domingo, 7 de junio de 2009

Autobus über Alles

Atención a la extraña conversación de hoy mantenida por servidor y por el señor Alberto.
-Servidor: Escucha ¿cuándo te vas de Polonia?¿el 17?
-S. Alberto:Gùagaaraghhg (atragantándose con una botella de agua. Bueno, con su contenido. Y me ha salido una "u" con la tilde reversa al azar. Es el destino)
-Servidor: joder, el agua te va a matar
-S. Alberto: me voy a tomar una ducha.

A falta de métodos legales para una eutanasia efectiva, si no quieres caldo, siete tazas.

Sigamos pues, con el propósito del blog: iluminar a pobres y a extraños con mis vivencias allende los Pirineos.

Miércoles, 1 de Abril de 2009

El día antes del día D. Unas buenas horas antes de la hora H. Esto es, recoger a Catalina en el aeropuerto, tras unos cuentos meses sin vernos. Lo del aeropuerto suena fácil hasta que un ose entera de que es el aeropuerto de Berlín. Que conste que no es culpa de ella, de hecho he de confesar que soy el autor intelectual de semejante crimen. No sé porqué se me vino a la cabeza que sería una fantástica idea que nosotros dos hiciéremos un tour por Europa adelante empezando en Berlín, luego yendo a Boitzenburgo, tras ello Dresde, después Praga, que no falte Viena ni tampoco Salzburgo. Descansar un par de días en Gliwice para más tarde visitar Auschwitz y Cracovia. Cuatro países en 20 días, en tres de los cuales jamás he puesto mi pie con anterioridad.. Cualquiera diría que es un plan digno de un cerebro medio demente y medio genio, pero tras saber que es producto de mi imaginería cualquiera de ustedes, esclavizados lectores, comprenderán que era una salida lógica a mis ansias de invadir países.

¡Invadiendo que es gerundio, hombre ya!

Semanas atrás había visto las posiblidades para un pobre español para llegar a Berlín sano y salvo. A pesa de que las ofertas de caravanas de pioneros cruzando el Lejano Este de Europa parecía radiantemente atractiva, al final me decanté por coge un autobús, pues ni tenía suficientes balas para matar a posibles asaltantes de la caravana. Amén de que es más rápido que el tren y también más barato (no pregunten porqué, ni idea tengo, y no hagan chistes siniestros).

Por la mañana tuve clases (se preguntarán porqué cuento esto. Bien, 1º-me pagan por línea escrita y 2º-me gusta contar en este blog cosas inusuales para la vida Erasmus) en las que estuve especialmente nervioso, pues tenía la mente en otro lugar, incluso en otro continentes. Tras volver de Zabrze ultimé los últimos detalles, en los que se incluía un ramo adornada con un único girasol. Quien conozca a Catalina sabrá el porqué. Y sino, que busque en la wikipedia. He de decir que el ramo no estaba en sus mejores condiciones físicas, y éstas no iban a mejorar pues no a pesar de que algún polaco de la residencia es de otro mundo, no tenía a ET cerca para revitalizar el girasol.

El autobús salía a las 18: 30 del simpático y acogedor Gliwice, así que como buen paranoico llegué allí a las 17:00, no sólo para ver si había francotiradores en las cercanías, sino que también porque no tenía mucho que hacer y los nervios me estaban matando. Y más vale prevenir que curar, como dijo el mesiánico George Bush cuando invadía Irak. Más y más autobuses llegaban y se iban de la estación Internacional de Autobuses (sic) de Gliwice. Tras mucho esperar y ver docenas de autobuses que se iban sin mi en dirección a Alemania llegó el que me correspondía. A pesar de mi aspecto negroide y por tanto inferior para los lugareños, nadie me impidió la entrada al autobús una vez enseñado el consabido billete. Intenté acomodarme lo mejor posible, pues me esperaban ocho horas de viaje. Era la primera vez en Polonia que me iba en dirección oeste, siempre visite lugares al norte, sur o este de donde vivo. Silesia es la región que no tardé dejar atrás, donde se concentra mucha población y mucha industria minera. Eso es queridos lectores. Sé que vuestras mentes han diseñado una visualización de cielo negro, altas torres que escupen humo negro que tiñe el cielo como una miasma mortal que no deja pasar la luz del sol, sacrificios humanos, esclavos trabajando en las minas hasta caer exhaustos para después ser parte del menú del día de sus compañeros de pozo, todo ello protegido por hordas de salvajes que no dejan de luchar entre sí. Pues bien, damas de dudosa reputación y caballeros, todo es medianamente falso. Excepto la primera y última parte ¿Porqué comentaba yo todo eso...?...ah, sí, Silesia. Aparentemente siempre disfruté de la más funesta parte de Silesia. Uno se va un poco más al Oeste que Gliwice y ya se encuentra con un paisaje muchos más verde y acogedor. Una joya vamos.

Como no hay foto, imaginaos un paisaje de suaves colinas y pequeños bosques dispersos. Casi como la Comarca. Pero con orcos.

El autobús paró un par de veces en gasolineras y entre sueño y sueño recostado de una forma absurdamente dolorosa, me di cuenta que había dos individuos en aquel transporte que no hablaban polaco. Bueno, conmigo eramos tres, así que decidí que debía aprovecharme de ellos, o al menos saber quienes eran. Pues un extranjero en Gliwice es casi tan común como en el País Vasco.

Tras perder por completo la noción del tiempo por culpa de las cabezaditas de autobús (el primer año de carrera hacía 130 kms entre ida y vuelta a Santiago de Compostela. Por lo que soy un experto en dormitar en autobuses.) noté un cambio de ritmo en el autobús y me desperté: estábamos ya en autopista alemana¡mi primera vez en Alemania!...a la 1 de la mañana en un autobús lleno de polacos, dos extranjeros y un agonizante girasol. Siempre había sido mi sueño. Casi se me derramaban las lágrimas, pero sólo tenía una botella de agua y no iba a desperdiciar H20 inútilmente.

Llegados a la estación de autobuses Berlín algo antes de tiempo, nos bajamos todos y en 30 ya fui a hablar con el chico y la chica divisados anteriormente. Les pregunté si eran alemanes y me dijeron que no. Primera decepción. Pensé que podrían haber sido de las Juventudes Hitlerianas y que me podrían enseñar un par de bailes de sus tiempos de acampadas. Les pregunté de qué forma podría ir al aeropuerto y muy amablemente me dijeron que ellos también tenían que salir de aquel agujero, y que por tanto podría acompañarles.

Sus nombres eran Troel y Lin (chico y chica respectivamente) y procedían de Dinamarca. pero se quedaron a vivir en Berlín pro unos meses buscando trabajo (juro que debió ser la 8 vez que escuchaba eso de alguien, muchos se quedan en esta ciudad). Que conste que el chico tuvo que escribir su nombre para que yo pudiera entender realmente cómo pronunciarlos, una especie de "tghu-oel".

Caminamos durante 30 minutos por las desoladas calles de Berlín. Sin sentir miedo a pesar de la total inexistencia de vida humana a las 2 de la mañana de un incipiente jueves. Como estudiante lo veo intolerable. Me explicaron como funcionaban los billetes de metro y de autobús en la ciudad, y muchos pequeños detalles de Berlín. Y que estuvieron en Gliwice de paso tras ir a Cracovia a visitar a unos amigos. También me dijeron que autobuses debía tomar para llegar al aeropuerto, todo esto mientras cogíamos juntos el primero de ellos. Este autobús pasó por todo el centro histórico de la ciudad, así que me sentí como una especie de tour guiado por dos danenes por Berlín al precio de 2 euros y poco. Me encantó.

Me despedí de tan simpáticos y útiles hijos adoptados de Berlín y me bajé para tomar un bus, lo cogí, para más tarde esperar como 40 minutos en lo que parecía la mitad de la nada por otro. AL fin llegó el bus TXL que me llevó plácidamente de ese lugar al aeropuerto (concretamente durante 8 minutos....podría haber ido andando). Me moría por dormir totalmente recostado, así que una vez en los pasillos del aeropuerto busqué un banco cómodo, pero no los había. Me tuve con conformar una especie de mobiliario de difícil definición. Quedaban 4 horas para que Catalina llegase desde un avión que hacía escala en Amsterdam y yo estaba terriblemente cansado.

Me gustaría escribir más pero tengo exámenes en un par de días, así que hasta entonces...

Próximamente: Catalina and James. Reencuentro en Berlín

1 comentario:

Anónimo dijo...

q pasa movidillas!!!
la foto q enviaste es jaime??? vivir para creer...
http://www.myspace.com/tsp91