viernes, 31 de octubre de 2008

Road to Zakopane, First Episode

Jueves 23 de Octubre de 2008

La universidad Politécnica de Silesia había organizado un viaje y una estancia de tres días en la ciudad de montaña más turística de Polonia: Zakopane. 30.000 habitantes y recibe 4.000.000 turistas al año debido a su oferta de pistas de nieve y demás. Un sitio que se aventuraba frío sin duda, por lo que los días anteriores de preparativos estuve buscando un buen anorak y unas botas para la ocasión. El primero me valió 30€ y lo segundo 15€, no me puedo quejar la verdad.

El plan era reunirse todos los Erasmus en la puerta del Rectorado de la universidad, que se encuentra en Gliwice, a las 19:00 de ese jueves. Allí nos vendría a recoger un bus para llevarnos a Zakopane, el cual ya llevaba algunos Erasmus de la universidad de Lódz. Cogimos el tranvía hasta allí con un buen adelanto de una hora, no fuera a ser que ocurriese algo y nos quedásemos sin un viaje turístico de 3 días totalmente gratuito. Como es obvio, cuando llegamos no había todavía nadie, así que nos refugiamos dentro de la facultad, pues estaba haciendo un frío polar que no te menees. Sobre menos cuarto ya comenzó a aflorar la gente delante del Rectorado, así que en definitiva, eso significaba que no nos habíamos equivocado de lugar.

Tras un rato apareció una de las coordinadoras polacas, Kasia. No mostraba mucha ilusión en ese momento, y no tardé en descubrir porqué: el autobús se iba a retrasar dos horas. Dos horas que estuvimos a -2ºC . Y dado que provengo de un país tropical, aparte de hacerse eterno el tiempo de espera, estuve a punto de morir por congelación aunque iba abrigado. Un poco más de tiempo allí y seríamos protagonistas de hechos estilo la película "¡Viven!", sí, la del avión que se estrella entre las montañas y se tienen que comer a los muertos. ¡Y lo peor es que sin adobo ni nada!

Aquí ya estábamos practicando la criogenización a temperatura ambiente

A las 21:00 al fin montamos en el bus, con su soviético conductor y sus gentes de Lódz, que resultaba ser tener un techo de lo más bajito que nos ortogó múltiples hostias y contusiones. Resultó que el viaje también iba a ser larguito, llevó sus tres horas en mitad de una despiadada niebla, pero al menos tuvimos un descanso en una gasolinera y los chicos de al final del bus nos deleitaron con un poco de lucha libre. Desde entonces le conozco a la palabra extorsión un nuevo y peligroso significado. A mi no me extorsionaron (morir por emplastamiento) pero sí a Alberto, que iba asentado a mi lado, con el consecuente resultado en mis frágiles costillas.

A las 00:00 al fin llegamos al lugar donde pasaríamos tres noches. Se trataba de una especie de hostal-casa típica de Zakopane. En realidad no estábamos en la misma ciudad, sino a unos 20 minutos en autobús. Siendo gratis, no nos podíamos quejar. Nos dieron de cena una especie de rollitos empanados de carne, que a mi me supieron genial, pero a otros no a juzgar por sus caras de pánico. Hay que reconocer que íbamos algo acojonados, pues el comida del día de Orientación fue nefasta, y no sabríamos si se podría sobrevivir 3 días con aquella...aquella...dejémoslo, ¿ok?. Los rollitos iban acompañados de un vaso de sopa caliente de tomate, donde en teoría se tenían de mojar, pero me negué a sumergir los rollitos en aquella cosa aceitosa. A la noche bastantes quisieron fiesta, yo por el contrario, necesitaba dormir, pues en el autobús no pude dormitar ni un minuto. Mis compañeros de cuarto, Omar, David Y Jan son de lo más tranquilos, y supongo que también querían estar bien descansados para los días siguientes.

Viernes 24 de Octubre de 2008

Nos levantamos y corrimos hacia las duchas, pues había bastante más gente que baños. Afortunadamente fui de los primeros, y disfruté de una abrasadora ducha que cada pocos segundos cambiaba a agua fría. No sé si es algo sano, pero al menos logró despertarme más que cien cañonazos. Bajamos a por el desayuno, que consistió en pan, mermelada, queso, tomate, mantequilla y jamón york. Más tarde comprobaríamos que íbamos a comer cerdo en todas las comidas del día, no sólo el desayuno y la cena. En fin, esta gente de montaña es muy dura.

Primero nos llevaron a una basílica hecha totalmente de madera, al igual que las casas de empinados tejados para la nieve. Es un tipo de arquitectura que sólo se encuentra en esta zona montañosa de Polonia. Con la de árboles que hay no es de extrañar. Tras ello, visitamos dos de los saltos de esquí más inclinados de Europa, o al menos eso me pareció entender. Había multitud de puestos de venta y tenderetes, se nota que es un sitio turístico, no como la roñosa Zabrze. En esos dos saltos pudimos al fin vislumbrar nieve, pero sólo en las copas de los árboles más altos. Aún así era la tercera o cuarta vez que veía nieve en mi vida, pero no me iba a dar por satisfecho hasta tocarla. Tras los dos saltos de esquí fuimos a una iglesia (de madera) levantada donde intentaron asesinar al anterior Papa. Joder, si me hicieran una iglesia en cada lugar que me han intentado matar no dábamos para arquitectos...

¡Eh, fotógrafo!lo importante de la foto soy yo, no esa casucha

Tras ello volvimos a comer al hostal. Y por la tarde otra vez de nuevo a Zakopane, pero esta vez iríamos a la cima de una de las montañas en funicular. Si abajo todo estaba bien borroso, arriba hacía tanta niebla que no podías ver tus pies. No sé si habéis visto la película La Niebla. Pues bien, todo era similar, siniestro, y con innumerables monstruos conocidos como "Erasmus". Arriba al fin pudimos ver y tocar nieve directamente, y de hecho, libramos una cruel batalla a bolazos alrededor de unas camas elásticas que estaban allá arriba (¿?). Espero conseguir fotos de aquello algún día, me entró nieve hasta dentro de la camiseta. Después de bajar, los monitores nos dieron tiempo libre y deambulamos por el mercadillo a los pies del funicular y por Zakopane en general. Me compré la manzana más sabronsa que he probado en mi vida, y nos metimos en un sitio de tés, de madera también (el lugar, no el té). De casualidad entraron dos monitores en el establecimiento, y se sentaron con nosotros: Darek y Asia. Les enseñamos un poco de español y anoté mentalmente un par de palabras en polaco.

La última línea de autobuses que se ha implantado. Polish Technology.

Vistas desde el salto de esquí

Nuestras monitoras apunto de ser aplastadas por una mano gigante y lo peor de todo, portuguesa.


Pódium del Bebercio. Lástima que Mr Birras esté en España, habría sido algo más disputado.

Más que nieve parece caspa, lo sé.

A la noche la cosa prometía y cumplió. Primero nos dieron cerdo con algo que no recuerdo ¿y luego sabeis qué? ¡trajeron cochino asado para todos nosotros!¡viva lo rústico y lo de montaña!tras la cena actuó nada más y nada menos que en el hostal una banda de música tradicional polaca. A pesar de que no teníamos ni repajolera idea de los bailes que debíamos realizar, bailamos con el que más hasta la extenuación. Qué lástima de que no tenga fotos del famoso cuarteto. Estos avezados hombres descansaban cada unas cinco o seis canciones, y tomaban algo. Mientras tanto, nosotros poníamos música, a poder ser lo más maquinera y soviética posible. Así una y otra vez, una y otra vez...decidí no irme muy tarde a dormir, tras golpear la puerta una docena de veces, el señor David se despertó y me abrió la puerta (la cerrábamos de noches en precacuión de posibles ofensivas y putadillas por parte de otros). No le culpo por el tardar, de hecho el día anterior me fui a dormir de segundo y no escuché llamar a la puerta a ninguno de los dos que vinieron a continuación. El día siguiente iba a ser duro, nos habían planead algo de senderismo. Unas cuatro horillas de nada.

He aquí sólo una pequeñísima muestra del baile que profanamos con total impunidad. ¡Si hasta las monitoras polacas nos acompañaron en bailes ligeramente rusos!

martes, 28 de octubre de 2008

Apocalypse Wedding 2275

Sábado 18 de Octubre de 2008: uno de esos días que no se repiten con mucha asiduidad. La boda de una amiga.

Lo especial no es sólo que era el día en el que se casaba por primera vez una amiga y por ende era la primera boda a la que asistía en la que ninguno era parte de mi familia. Lo bueno y lo realmente novedoso es que se trataba de una boda a 2.275 kms de distancia de mi hogar. ¿Por qué? ¡porque ambos contrayentes son polacos! de quien soy amigo es de la novia, Edyta. La conocí en Santiago de casualidad, yo estaba estudiando para un examen y cerca estaba ella hablando en su idioma con Ania, otra polaca. Reconocí algunas palabras de lo que estaban hablando y les pregunté si eran de Polonia. ¡Por una vez acerté! Y así me hice amigo de ellas.

Medio en broma medio en serio, el último día que estuvo en España nos despedimos con un "¡nos vemos en la boda!" claro que de que por aquel entonces yo no tenía ni idea si realmente iba de Erasmus a Polonia, y mucho menos a un sitio tan cerca de donde viven ellas. Polonia es el país de las casualidades, como ya veréis en una próxima entradilla sobre la excursión a Zakopane. Pero eso es otra historia, amigos. Después de esta introducción, allá vamos:

Sábado 18 de Octubre de 2008

Me levanté sobre las 9 tras un reconfortante sueño. Me había acostado más bien temprano la noche anterior para tener fuerzas para afrontar el día que se me venía encima. Porque de hecho ni tenía comprado un ramo ni nada. Tras ducha y desayuno vino la difícil tarea de elegir corbata, tarea en la cual gasté un interminable minuto. De todas formas sólo tenía dos para elegir. Y no tenía zapatos, por lo que llevé mis etnies color castaño claro con la letra en esplendoroso amarillo. Creo que voy a hacer de esto una costumbre que cuando vaya de traje siempre he de llevar tenis en vez de zapatos. Aparte de ser indudablemente más cómodo, creo que me aportaran esa pizca de caché necesaria para ser plenamente popular. No era la primera vez tampoco, todos los fines de años que he salido de traje enjuto y corbata, éstos han ido acompañados de calzado deportivo. ¡Maravillas del siglo XXI!

Bueno, que me lío. Salí de la residencia y fui a comprar un buen ramo de flores al centro comercial. Tras ello me dirigí a la estación de trenes, pues yo vivo en Zabrze y la boda se iba a celebrar en un pueblo de localización desconocida. El plan era que yo llegase a Katowice, y allí me recogería Ania junto a su hermano Cuba (sip, diminutivo de Jacobo aquí...tiene sentido porque es un país comunista. Mierda, creo que ya he hecho este chiste). En esa estación me encontré con Ania tras cuatro meses sin verla, quizás el período más corto en el que me encontré de nuevo con algún amigo extranjero. Fuimos a recoger a otra chica que venía a la boda, Ewa. Oh, casi se me olvida, a las bodas polacas siempre hay que asistir en parejas, ya sea con un familiar, o amigo. Maldito catolicismo.

Cuba nos llevó a una iglesia de Katowice donde nos esperaba un bus fletado especialmente para ir al pueblo donde se celebraría la boda. Ania me contó que era un pueblo mágico por lo que pocos sabían situarlo. El autobús arrancó con Ewa, Aniam un montón de familiares y yo. Los parientes no tardaron en ofrecer alcohol con sabor limón, olía totalmente a colonia. Tardamos sobre una hora en llegar, afortunadamente Ewa y Ania hablan un castellano casi perfecto, y además no conocíamos a nadie más en la boda excepto a la novia. Llegamos a la 1:45 y la boda ya comenzaba a las 2, por lo que casi ni tuve tiempo de atarme la corbata.

Había mucha gente alrededor de la iglesia, pero eran de otras bodas, es decir, una cola como en la de la carnicería. Entramos en el edificio, no muy diferente de su versión española. La ceremonia fue algo aburrida, pues entre que no era una boda satánica y el cura hablaba un lenguaje a todas luces indescifrable para servidor, todo se me hizo más largo. Los novios, Edyta y Pyotrek, hablan mucho más que en la típica boda española, donde apenas dicen algo más que "sí, quiero" y "no me rayes la limusina que nos cobran un recargo". Hay que remarcar que aquí en Polonia la gente es mucho más religiosa y atiende la misa mucho más que en España, por lo que el cura no es un tío amable. Quiero decir cone sto que en nuestro país el cura tiende a (querer) ser simpático, sin duda para atraer y no espantar a la gente. El cura polaco que nos tocó más bien parecía que tenía sed de sangre. Tan sólo cambió su gesto de mala leche cuando un gato -sí, un gato- entró por el altar en mitad de la boda. Le hizo gracia por unos segundos, luego reanudó su sermón. Eso sí, el treintañero monaguillo no se olvidó de pasar el plato para donar dinero. Yo, como trescientoseurista que soy no le hice ver ni un zloty ¡venga ya!

Tras una hora salimos y allí al fin pudimos ver a la novia en todo su esplendor. Edyta llevaba un traje hecho en España, demostrando que su amor por nuestro país va más allá de la música. Yo conocía al novio de antemano, y claro, me sorprendió que tuviera el pelo muchísimo más largo que la novia. He aquí unos abortos de fotos, debido principalmente al exceso de gente intentando sacar fotos no pude sacar ninguna mejor. De todas formas estoy esperando a las fotos oficiales.




Esta mujer no tiene nada que ver con la boda que nos incumbía, sólo que era la siguiente en la cola para casarse. Me pareció tan estúpido lo que llevaba encima que le saqué más fotos que a Edyta, en fin cosas que pasan.



Nos volvimos a subir en el autobús rumbo al hotel donde se celebraría la boda. Era un sitio bastante tranquilo y no lejos de la iglesia. Al fin pudimos hablar con Edyta directamente cuando llegamos a las puertas allí, estaba muy contenta y el español casi ni le salía de los nervios. Primero buscamos nuestros nombres en las mesas ¡y resulta que nos tocó en la misma que los novios! en España normalmente, que yo recuerde claro, son los familiares los que disfrutan de semejante honor. Mientras tanto, aquí es la gente con la misma edad que los contrayentes. Todos tenían sus nombres y apellidos, excepto servidor, pero no culpo a Edyta de ella, ya hizo mucho invitándome a la boda. Además no creo que hubiese muchos Manuel allí. Aunque no era el único elemento extranjero en esos lares, creo que también había un italiano.



Antes de empezar a comer nos pusimos en fila, una laaarga fila, para dar formalmente los regalos a los recién casados. Más de 100 invitados son muchos invitados y muchos regalos. Así conocí formalmente a Pyotrek, alias señor Frío, pues su apellido en polaco es eso. Un tío bastante majo, pero se le notaba que no estaba todo lo distendido como lo estaría normalmente. Tras ello, nos sentamos a comer. Me ahorraré detalles en esto, pues tampoco presté mucha atención a lo que comí ni tampoco comí demasiado. Aprendí bastantes cosas en polaco, sobre todo nombre de frutas y platos. Casi todo consistió en carne menos alguna ensalada al principio y un arenque hacia el final. Fui algo decepcionante para los que se sentaban con nosotros, pues el no darle al bebercio no cabe en sus soviéticos cráneos. Hablando de alcoholismo, a pesar de darle mucho an vodka, nadie acabó mal. EN las bodas españolas siempre hay unos borrachos de rigor, alguien que derrama vino tinto por toda la mesa, y también un tío con una corbata en la cabeza que se sube a algún sitio para bailar como un loco. El secreto está es que aquí la boda es comer/beber-bailar-comer/beber-bailar...etc, un proceso repetitivo, y el alcohol se les baja, mientras que en España hay una parte de comer/beber y otra sólo de bailar/beber, donde rara vez se vuelve a comer.

También hubo muchos juegos, donde los puteados eran los novios. Nada excesivamente cruel o pornográfico, aunque de todas formas no entendía todos los chistes a pesar de que Ania me los traducía en tiempo real. También hubo la típica rotura de copa y muchas canciones, tanto de la banda como cantadas por los asistentes. Una de éstas últimas versaba sobre tener una novia española. Oh, en el mismo sentido, los comensales no paraban de preguntarme qué opinaba de las chicas polacas ¡¿otra vez?! acabé tan quemado que me aprendí en polaco "las chicas polacas son muy guapas" para cortar esas estúpidas conversaciones de una vez por todas, pues porque el decirles que tenía una novia americana no les cortaba, de hecho un señor me dijo que un juego de palabras en inglés en el que al parecer entendí que la quinta novia es con quien hay que casarse (sí, cinco a la vez, qué pimps!). Quienes cogieron la liga (en vez de ramo) y la corbata, es decir, quienes se supone que se tienen que casar los siguientes, casualmente eran pareja. Uhm...me huele a chamusquina.












El proceso comer/beber-bailar-comer/beber-bailar...etc se repitió hasta la saciedad, todo duró 11 horas. En ese tiempo tuvimos tiempo para hablar repetidas veces con la flamante novia y ver lo feliz que estaba. También hablé con los padres un poco, para decirles en un limitado polaco lo bonita que era la boda y todo eso. También vinieron repetidas veces a ver qué tal estábamos. Muy simpáticos, la verdad. A la hora de marcharnos nos subimos otra vez al autobús que nos llevaría a Katowice, no sin antes desear lo mejor a la pareja y prometerles de que nos veríamos pronto, están tan sólo a 90 minutos en coche de Zabrze. En Katowice nos vinieron a recoger el padre y el hermano de Ania. Dejamos a Ewa donde vive en la ciudad y muy amablemente me llevaron de vuelta al pozo donde vivo. Me quedé dormido en el coche, para luego despertarte con terror viendo cómo mis lentillas y ojos casi se habían fusionado en una forma biológica simbionte claramente superior, qué dolor. Llegamos sobre las 5:30 a Zabrze, y le agradecí a los Hogaza (el apellido de Ania) que me llevasen hasta este lugar, pues ellos viven en Katowice.

Al entrar en la residencia una de las soviéticas porteras me estuvo mirando detenidamente no con buenos ojos. No es normal llegar a esas horas un domingo por la mañana, y mucho menos de traje, además creo que no me reconocía. Rompí el incómodo silencia con un "to yest pieke slub" (es una bonita boda) y la mujer se rió y me dio la llave de mi habitación. Desde entonces la citada mujer siempre me mira sonrientemente. Espero que no pensase que la boda es mía claro ;)

Cambio de Rumbo

Este blog va a cambiar de tesitura de ahora en adelante. En vez de ser un diario de combate sobre lo que me ocurre por estos lares cada día, será un recopilatorio de los sucesos más importantes que me ocurran. Las razones son variadas, pero una buena que una vez pasada la histeria de los primeras semanas, el día a día es bastante anodino como para relatarlo y supongo que aburrido de leer. Así que me limitaré a las cosas más interesantes, y quizás escribe algunas cosas en el blog que no tengan nada que ver con mi vida Erasmus, para amenizar un poco las cosas.

Oh, también la vagancia es un buen motivo, con tanto retraso de mi blog he comenzado a no poder distinguir un día de otro. Maldición.

jueves, 23 de octubre de 2008

día preapocalíptico

Viernes 17 de Octubre de 2008

Un día no especialmente especial. Por la mañana fuimos al despacho de mr Orko a que nos firmase los cambios en el acuerdo de estudios. Fuimos a la facultad antes de tiempo para ir a la copistería para imprimir unas cosas: los propios documentos de lo anteriormente citado y también un folio en el que ponemos por escrito que queremos ir a la excursión organizada por la universalidad a Zakopane, un famoso enclave turístico. Por curiosos avatares del destino, mr Orko llegó a la vez que nosotros y ya nos imprimió los archivos amable y gratuitamente. tras su firma fuimos a coger un tranvía a Gliwice, pues ambos papeles había que entregarlos allí: unos se mandarían a España y los otros se quedarían allí, el viaje tenía un límite de 30 personas y somos 50 erasmus, así que crucé los dedos.

Bien, resulta que la encargada de los asuntos Erasmus, Agnieszka, no estaba allí, así que tan sólo pdimos dejar el papel de la excursión. Y al poco de llegar a Gliwice comenzó a llover, algo sorprendente, pues había amanecido un dría tremendamente soleado. Gliwice es una ciudad especial, siempre que vamos nos encontramos con algún erasmus español, vayamos por donde vayamos. Esto es siempre bueno pues los riesgos de que te atropellen son bastante altos. Tras encontrar las dos Miriams, la gallega y la madrileña, nos volvimos a Zabrze, ese agujero lleno de ponzoña.

Aunque había gente que salía a la noche, yo sabía que no debía. Me acosté medianamente temprano tras leer parte del preciado tomo de Expedition, pues el día siguiente sería una dura maratón: la boda de Edyta. Y joder, ¡ni siquiera tenía comprado el ramo!
Bueno, no me refiero a que sea como esto, una boda con gente corriendo unos 40 kms, aunque quizás durante el tiempo de los nazis sí que tenían que correr

Pero eso no lo publicaré hoy, ni mañana. Pues justo en tres horas estaré en un bus rumbo a Zakopane. Gajes que tiene publicar con una semana de retraso :(

This is not a book, this is THE book

Jueves 16 de Octubre
¿Sabes que es una geisha con bigote?¡una portugeisha!-Le hizo gracia a la polaca que se lo conté a tenor de que su novio es portugués. Aunque supongo que esto le hizo pensar que su novio difícilmente le pondrá los cuernos, pues con una mujer barbuda...

Un día que recordaré por una buena temporada. Fue el día en el que conseguí una preciada obra de arte que busqué durante más de dos años sin éxito.

Flashback:
A principios de Septiembre encontré por Amazon una de las escasas copias existentes de este artículo. Quizás fue la primera cosa que he comprado por internet aparte de billetes de avión. Y lo increíble es que sólo valía unos 10€, probablemente a que era de segunda, tercera o decimotercera mano pues había sido fabricada hace ya veinte años y es mucho tiempo para un sólo dueño. En un principio el escaso precio me hizo sospechar, pues había algunas copias de primera mano que valían 300€. Pero tras reflexionar tras unos nanosegundos decidí que valía la pena arriesgarse por tan ridículo precio. En el peor de los casos sería un paquete bomba, y aún así saldría ganando, pues ya me diréis dónde se puede conseguir explosivos por menos de 10€. Lo malo es que el paquete llegaría a España cuando estuviese en Polonia, pero de todas formas me lo enviarían por correo a Centroeuropa. Pero aún así algo de mi temía por la preservación de tal obra

Estaba yo durmiendo a la tarde, no recuerdo especialmente porqué, quizás estaba cansado o había dormido mal, porque la realidad es que no soy muy amigo de las siestas. No como los polacos, que dividen su sueño en dos partes iguales, una por la noche y otra por la tarde. Pues unos golpecitos en la puerta me despertaron y dije el prosze(por favor) de rigor para que pasara quienquiera que fuese. No es fácil ser miope y aún recién despertado de una siesta puede distinguir que no se trataba de un borracho y pesado estudiante polaco con ganas de tocarme los cojones, como suele ser la norma ¡era un cartero con un paquete (de cartón) para mí! firmé lo que tenía que firmar, él se fue y yo corrí a por un cuchillo para abrir el paquete con más ganas que Dexter sacando la basura.

¿Qué es lo que encontré? oh cielos, oh cielos
Primero encontré un chorizo picante. Tampoco soy el mayor fan de los embutidos, pero en la lejanía siempre se agradece un sabor familiar, y este cilindro blanco y rojo me llevó de nuevo a la lluviosa Galicia con su olor.
En segundo lugar, paquetes de Tang ...¡!sí amigos, Tang! joder, esto me hizo brillar los ojos, pues aquí el agua de grifo no es potable, y la de botellas siempre tiene ese regusto como de plástico. Al fin mis aburridas botellas de plástico encontrarían en su seno divertidos colores rojo y amarillo.
Y por último, ahí estaba. Envuelto en plástico. Lo rasgué y mis yemas tocaron en enigmático tomo que tanto había oído hablar, que tanto había buscado por librerías durante más de dos años sin ningún éxito. Ahora estaba entre mis manos, y nada podría hacérmelo olvidar.

¿El título? Expedition: Being an Account in Words and Artwork of the 2358 A.D. Voyage to Darwin IV

¿La portada?
El libro es una mezcla de arte visual y de imaginación. Sí, también podéis decir que es algo friki, no me importa. Es un tratado gráfico de una expedición científica realizada al planeta Darwin IV en el siglo XXIV. Se grabaron vídeos, hologramas y demás, pero uno de los seres humanos que fueron/irán encontró eso demasiado impersonal, y decidió plasmar en pinturas y esbozos aquello que vio acontecer en el inhóspito y extraño mundo que gira alrededor de dos soles, tal y como habían hecho los antiguos exploradores y naturalistas antaño en la Tierra, cuando era un mundo más habitable y menos contaminado.

Así pues, Wayne Barlowe, pintor y dibujante terráqueo se dispuso a retratar a la fauna y flora del planeta Darwin IV. Esto junto a los escritos de biología y las aventuras que allí pasó, quedaron plasmados en el libro que al fin tengo entre mis manos. Es ficción, es arte, pero sobre todo es un ejercicio de imaginación, trasladarse a un mundo que nunca ha existido para describir plantas y animales surgidos de los sueños de un hombre, que siendo hijo de biólogos, se ha conformado como un excelente ilustrador, preciso y realista. He aquí unos ejemplos de lo que se puede encontrar en el libro (clickead para verlas bien):





También hay un documental hecho por ordenador basado en este libro, sé que youtube no tiene una calidad tremenda, pero es así cómo conocí la existencia de este libro:
http://es.youtube.com/watch?v=NTV2I3s08JU este es el primer enlace, el resto vienen en la sección de videos relacionados. Que lo disfrutéis tanto como lo hice yo :)

En otro orden de cosas del jueves pasado: compré unas salchichas con sabor salmón para cenar, me pareció una buena idea. Estoy empezando a comprender que las buenas ideas aquí no funcionan nunca. Aunque las malas tampoco. En resumen: no las compréis. A poco más vomito.

A la noche fuimos a Gliwice para salir junto unas polacas de la residencia. Sinceramente no me hace mucha gracia esta manía que tienen de salir a las 8 (ni tampoco la de que muchos sean alcohólicos), pero supongo que habrá que adaptarse a algunas costumbres locales. A diferencia de la primera vez que salimos en Gliwice, en esta ocasión fuimos a un sitio más relajado y sin estar lleno de gente violenta. Todo un respiro. El lugar se llamaba Spiralna, y en un principio me dio algo de rspeto pues cuando llegamos todos los que estaban bailando lo estaban haciendo en parejas, ¡como si se tratase de la fiesta de graduación de un instituto estadounidense! luego comprobé que también bailan también individualmente, afortunadamente. Pero hay una cosa que no cambia, que nos les improta pisar, empujar y en definitiva tocar los cojones a cualquiera mientras están bailando. A destacar un hijo de puta enano y feo hasta la médula ósea, que bailaba con una chica diferente cada dos minutos (en España eso se podría considerar un éxito, aquí como se suele bailar en parejas no es nada), y que insistía en lanzarme a sus compañeras de baile y a pisarme cada dos por tres. Esto me hinchó diversas partes de mi cuerpo que no voy a repetir, y en cuanto tuve la ocasión le puse la zancadilla y casi se cae. No reaccionó, no me extraña, debe ser el tratamiento habitual polaco en las pistas de baile. Lo peor es que metí la pata, pues al que le metí la pata (sí, un chiste fácil, era hora ¿no?) no era al hijo de puta enano y feo hasta la médula, no, sino a su hermano gemelo, que como comprendréis también disfrutaba de una belleza sin par. Tras unos cuantos bailes y descansos nos volvimos a Zabrze en tranvía, resulta que hay hasta las tres de la mañana. Eso significa que el otro día, que gastamos 50 zloty en un taxi, fue un día especialmente desafortunado para nuestras carteras y para nuestra inteligencia.

miércoles, 22 de octubre de 2008

no por mucho madrugar que ciento volando

Miércoles 15 de Noviembre de 2008
Yo creo que Dios hizo al hombre a su imagen y semajanza. Es que también creo que Dios es un mono.

No hacía un día especialmente bueno y teníamos que ir a la facultad a una enésima reunión con el señor Orko. Ya habíamos escogido las asignaturas y había que hacer papeleo sobre el acuerdo de estudios, poner cuáles vamos a quitar y cuáles vamos a poner. Según recuerdo, eliminé 4 y añadí 8, así que ya veis como está el patio.

El resto del día no fue nada interesante, de hecho casi no me acuerdo de más cosas de que me llegaron los correos de confirmación de los vuelos comprados la noche anterior. Iré desde el aeropuerto de Katowice hasta Girona, y allí a Oporto. Un total de 40 euros la broma, aunque la verdad es que si fuese más barato ¡tendríamos que agitar los brazos por la ventana! y hablando de comprar cosas, también me matriculé, aunque este año me va a costar menos que el anterior. Y si además ahorro algo estando en el extranjero, ¿qué mejor forma de hacerse rico sin trabajar? no, no es una pregunta retórica ¡de verdad necesito saberlo!

Qué hice el resto del día? salir a hacer el footing para sentir cómo se me congelaba cada pelo de mis piernas. No fue la mejor idea, nop ¡Y eso que aún hace relativo calor!

martes, 21 de octubre de 2008

I'll get over this toothache

Tuesday 14th November '08

This entry will be in English as a way to improve the knowledge of foreign languages among my friends, and as well like a way of saving time, because actually it's a copy-paste of a already done mail. Enjoy it!

An average Polish dentist with the last soviet technology

I arrived at the dentist center school at 8:20. I had to wait until 11:00 to be attended!Oh my God, I thought that those things just happen in Spain, what would have been happened if I had a tooth attack? probably nothing, because tooth attacks don't exist. The people who were waiting were 50% freaks 50% normal people who don't want to pay any dentist. But the dentist room was so clean, nice and modern unlike the aspect of the building (totally soviet-esque). Ok, I was attended by 7 blonde female Polish students, it doesn't happen in Spain either! They attended me very well, even checking my head just in case I had something else, and the teacher was watching everything. The student "leader" asked me about my medical history and more stuff, I answered in English with some Polish words that I learnt during the eternal wait of this morning. And, hey!they were impressed a bit for that!maybe usually a dark guy here doesn't know Polish, just stealing (yipes, there is a Gypsy community in this city). After that we went to have a radiography of my jaw, and I could see how three of my wisdom teeth dissapeared, olé! Ok, we came back to the dentist room and the teacher explained me that I was going to get antibiotics for one week and a one strong killer. Drugs, yum-my. He also said I'll have to be here in one week to check how the thing is going and to see if I eventually need any small surgery or whatever. Or at least it's that I understood, his English wasn't bad, but very very soft, imagine a sad boy talking in English, and you can imagine his English. I told them "good work!" in Polish (yes, I wanna be famous here) and I didn't have to pay, just the medicaments that I bought in a pharmacy next to my dormitory. Ta dah!

That's my story, not the most interesting one, but more interesting than the current films of Hollybood. After the lunch I had a long nap, if it was long it's because the painkiller was so strong, maybe I didn't have to have it and I felt a heavy feeling in my stomach. Or it could be the pepper on my lunch, nuts. Whatever. In short, I'll survive, to give smooches to my American golddigger and to give bad words to everybody else ;)

At the early night, the new room mate of Camila (we share the kitchen with her) finally arrived. Guess what? she was one of the Polish girls that attended me that morning! this is amazing, isn't that? Poland is avery small place.

El martirio continúa

Lunes 13 de Octubre de 2008

Sinceramente no me levanté muy temprano para ir a la escuela de dentistas, pero de todas formas no tenía cita alguna y necesitaba descansar de la carrera del día anterior. La citada escuela está a unos 10 minutos de la residencia, y son el nombre de sztomatologia centrum no es difícil adivinar qué se cuece en tal lugar.

Así pues me adentré en el soviético edificio, que por dentro presentaba un mejor aspecto (es que peor que el exterior ya sería una hazaña). Pregunté a unos chicos con pinta de estudiantes mi historia de dolor y sufrimiento, en definitiva, dónde un mártir como yo podría escribir asistencia dental allí y cómo. Afortunadamente sabían bastante inglés, y uno de ellos había escuchado hablar de mí a mi compañero de habitación, Szimon. Polonia es un sitio pequeño por lo que se ve. Fuimos a recepción, se habló con las soviéticas señoras de la recepción, que si pasaporte, que si tarjeta sanitaria europea...al parecer el pasaporte no les parecía acreditación identificativa suficiente ¡manda pelotas! pero al final cayeron en la cuenta de que de dónde no hay no se puede sacar. Es que sino entienden el pasaporte dime tú si podrían entender el DNI. Luego vino un profesor dentista, que habló con los chicos, y ellos me traducían. Su cara no mostraba mucha alegría, y reconocí algunas palabras de su discurso, una extremadamente importante: rachunek (factura). Por todos los clavos de Cristo. Al parecer la tarjeta sanitaria europea en el dentista funciona de modo que aquí tengo que pagar, y luego la factura me la paga el Sergas (esa panda de inútiles). Pero también que para ahorrarme papeleo estúpido tenía la posibilidad de ir al día siguiente, pues son las prácticas de consulta de los estudiantes de dentista (supervisadas por los profesores, afortunadamente) y son gratis. Al fin una buena noticia. Aunque lo malo es que tendría que esperar otro día más. A este paso pido la eutanasia hoy y me la dan cuando tenga 80 años. Aunque dado el estado de la sanidad gallega tampoco puedo reclamarles mucho...

El resto del día fue bastante aburrido, lo único que a la noche fui con Szimon y diversos polacos a jugar al fútbol a un polideportivo de la ciudad. He de confesar que era un edificio bastante moderno y gigantesco, un poco más y celebran las Olimpiadas en Zabrze. Por cierto, anécdota: el equipo de la ciudad, Górnik Zabrze, es el equipo polaco con más títulos en su haber. Sí, no me gusta el fútbol, tan sólo digo esto para atraer audiencia a mi blog. Sobre el estilo de juego de los polacos con los que fui, hay que decir son un poco brutotes. Pero no me quejo, Szimon mete más goles que Quagmire de Padre de Familia. 8 zloty por cabeza nos costó jugar hora y media allí, unos 2,26€. La verdad es que podríamos haber jugado al aire libre, pues no hacía frío y nos podríamos haber ahorrado esa millonada de dinero.

domingo, 19 de octubre de 2008

(in)Sanidad Polaca y Maratón

Sábado 11 de Octubre de 2008

En teoría me tenía que levantar temprano para que mis compañeros polacos me llevaran al hospital, en la busca de un dentista allí o sino en su defecto un privado. Pero gracietas del destino, además de que no se levantaron hasta bien entrado el mediodía y yo lo hice unas horas antes, no hay especialistas en los fines de semana en el hospital, ni tampoco dentistas disponibles. Perfecto, eso significó que tenía que esperar hasta el lunes para recibir cualquier tipo de asistencia médica. El que escupiera sangre no era preocupante pues eso debió aliviar la presión, o al menos eso quería pensar para no explotar de rabia como un musulmán hombre-bomba. No quedaba otra que esperar, menos mal que tenía analgésicos de sobra y Simón (mi compañero polaco de habitación) en un alarde de vegetarianismo, me compró unas hierbas para hacer té y que sirven para dolores y tal.

El día anterior se había planificado con los demás Erasmus irnos el sábado a una ciudad polaca de cuyo nombre no me acuerdo y también ir a Katowice para salir allí a la noche. Con la mandíbula hinchada y un dolor de perros que me hacía tener un sentido del humor de lo más agresivo, entonces ir no era una opción razonable, así que me quedé en la residencia.

Menudo plan.

Domingo 12 de Octubre de 2008
Hacía un día espléndido, muy soleado y nada de frío. Con una climatología así no es extraño que me diera por hacer un poco de footing. Acostumbrado a un verano lleno de correteos por aquí y por allá en mi Pontevedra natal, no esperaba tener la oportunidad de hacerlo en Polonia dado sus simpáticas temperaturas bajo cero.Además aunque la mandíbula me dolía un poco, no tenía tanto dolor como para pedir la eutanasia.

También decidí que podía ver muchas nuevas tierras, así que me puse mis amados pantalones cortos de los Jayhawks (un equipo de Kansas) y su camiseta, y salí por la puerta de la residencia a las 15:45 con un objetivo: llegar a Gliwice, la ciudad de al lado. Craso error por mi parte el que no se me ocurriese medir la distancia con google maps antes de salir. Estuve corriendo, y corriendo sin encontrar signo alguno de civilización, el sol comenzaba a ponerse amarillo de atardecer, y aunque me estaba cansando de lo lindo, sabía que no podría parar si quería sobrevivir: si anochecía estaba en un país desconocido en una zona desconocida ¡y las únicas personas contactables serían gente conocidamente ignorante del inglés!

Llegué a unas casas y pregunté a una persona dónde estaba Gliwice, y yo tenía un miedo acojonante de haberme pasado de la ciudad, porque aunque ni llevaba reloj sabía que había pasado un largo tiempo corriendo. Bien, la señora me dijo que aquello era Gliwice. Y ni de coña se parecía eso a lo que yo había visto. Por un momento pensé que dada mi (limitada) velocidad quizás me había transportado a otra dimensión. O quizás tenía una falta de azúcar y de riego mental. No yo, sino la señora. Seguí caminando por un soviético parque con aspecto de jungla y le pregunté a un señor dónde estaba el centro, y tuve que girar 180º, pero dos minutos más tarde vi un edificio muy alto entre las ramas, con las gloriosas letras de "Politechnika Slaska" ¡había sido salvado!¡ya estaba en un Gliwice reconocible!

Entré a una de las facultades a beber algo de agua, me encontraba sediento. Al fin pude vislumbrar la hora: las 17:20. Me fui a la parada del tranvía para regresar a Zabrze, y saqué el billete que tenía escondido todo este tiempo en un tenis. Estaba algo arrugado y pachucho, pero servía igual. Cuando llegué a Zabrze a las 6 el sol ya estaba casi oculto y empezaba un frío infernal, no me extraña que la gente me mirase sorprendida a mis peludas piernas, era de locos estar con pantalones cortos.

Y descansé en la resi. Lo necesitaba. A Dios le pasó lo mismo. Sólo que luego miré la distancia que ahbía hecho y habían sido unos 12 kms así por las buenas ¡Estúpido de mi

jueves, 16 de octubre de 2008

los títulos son para los nobles

Viernes 10 de Octubre de 2008

Por la mañana tuvimos al fin otra reunión con el señor Orko, que había sido pospuesta debido al día de presentación Erasmus, el anterior miércoles. Supimos que asignaturas podíamos tener en inglés y poco más, la verdad. ¿Eso que significa? sí, otra reunión más, el miércoles. Perfecto. Que alguien me dispare para mi propia defensa, por favor. Por la mañana comenzó un malestar e hinchazón en la mandíbula, no le di importancia en ese momento, pero es algo importante para la trama de esta serie de televisión.

A la tarde decidí deambular más en profundidad por los lugares que había visto la tarde anterior. Me encontré de primeras con el macrocentro comercial Makro. Como nunca había visto eso, intenté entrar. Choqué varias veces con la puertecilla metálica automática. No sé que rábanos pasaba, y claro, al estar en un país donde se desconoce el idioma hace que callarse la boca en situaciones difíciles sea la mejor opción. Hice lo que haría cualquier agente de la KGB bien entrenado: esperar inteligentemente y observar bebiendo vodka (claro que sin vodka. Y no inteligentemente). Y así hallé el misterio: resulta que para entrar en este centro comercial tienes que pasar una tarjeta en plan club de esa cadena por un detector y las puertecillas de metal se abren. Sí señores, un centro comercial en el que se restringe la entrada previamente. Vale que se estén poniendo las pilas con el capitalismo, pero esto ya es demasiado. Si esto lo juntamos al hecho de que hay docenas de compañías de seguridad privada que ríete tú de Irak y de que los colegios públicos tienen en sus fachadas carteles publicitarios de cualquier cosa, nos inducen a pensar de que es necesario que vuelen sobre Polonia unos cuantos misiles nucleares soviéticos para alcanzar una paz espiritual de una vez por todas. Esto poco a poco se parecerá más a la distopía capitalista de Robocop. Esto ya es exagerar.






Lo siguiente que vi pero que no llegué a entrar fue una especie de Ikea, llamado Black White Red o algo así, cualquiera diría que se trata de una bebida alcohólica. O del chite ¿qué es negro, blanco y rojo y no puede darse la vuelta en un pasillo? una monja atravesada por una lanza :D

A continuación vi la central de correos polaco, Poczta, léase "pochta" como si se tuviera 2 años de edad o 92 años. Lamentablemente lo vi más moderno que el Correos español. Aunque tampoco es para extrañarse.


Vi este peculiar y soviético edificio en la lejanía ¿qué podría ser?¿la sede la Fundación Dharma?¿el afamado edificio del Ministerio del Amor (Miniluv)?¿la central de la Compañía que persigue a Michael Scofield?¿Massive Dynamics? demasiadas respuestas a preguntas estúpidas, desafortunadamente todas son un rotundo "NO"

Después llegué a un sitio llamado M1, una americanada (¡saludos a Catalina desde esta frase!) de proporciones épicas. Lo típico, algo así como una nave industrial en la que cabría Pontevedra entera, pero llena de tiendas, sitios para comer, centros comerciales, Media Markt, otra especie de Ikea, etc. Es curioso, porque es el sitio de Zabrze donde he visto más gente. Ah, no me olvido de un detalle curioso. En España los guardias de seguridad a veces llevan corbata, y su atuendo no es más que un traje, y llevan unas esposas y una porra. Aquí llevan chaleco antibalas, y muchas, mucha munición. Irónicamente, mientras que en nuestro país los furgones están bien blindados y son una especie de minitanques ¡aquí transportan el dinero en camionetas normales! no me extraña que blinden a los tipos de seguridad, es que están pidiendo a gritos que les roben. Por lo demás, le presencia de estos señores de seguridad acojona un poquillo, porque en primera instancia lucen más como policías que como gente sin graduado escolar que ha obtenido como única salida de su vida pasar del matón de clase al matón de la calle.

¿Directamente sacados del Counter Strike u otro videojuego? nop, sacados de la escoria polaca




Cuando anocheció me volví, y tras cenar un asqueroso kebap que me hizo acordarme de todas las posibles intoxicaciones debido a comida turca, nos dirigimos en tranvía a Gliwice ¡finalmente saldríamos de noche en Polonia! pero, demonios, el hinchazón y el dolor mandibular iba en aumento, lenta pero inexorablemente. Nos reunimos con los otros Erasmus tras mucho buscar dónde realmente habíamos quedado, pues de noche la ciudad no parecía la misma y anduvimos un poco perdidos. Tras encontrarlos nos dirigimos a la plaza principal de Gliwice, que es donde ese concentra el ambiente. Entramos en una discoteca tan techno que deja a Vicentín de la Hora Chanante totalmente en bragas. Había que pagar unos 2.5€ por entrar y también para dejar los abrigos había que pagar también, además de que era obligatorio. Malditos principiantes del capitalismo.

La discoteca era un sitio totalmente infernal, casi nada de luz, rayos láser cegadores, ruidos extraños y montón de monstruos de desconocido origen, vamos ¡una auténtica batalla espacial!¡viva! el sitio estaba atestado de gente borracha, pero dentro de un límite, si se traspasaba, los amables y delicados señores de seguridad cogían al excedido y le aplicaban lo más parecido que hay a la eutanasia dentro de la legalidad. De todas formas algunos Erasmus nos contaron que mejor no mirar a nadie a los ojos, e intentar no causar ningún problema, ya que por tonterías como darle un cigarrillo caído a una chica polaca un español estuvo a punto de recibir una paliza por parte del novio de ésta. Y a nadie le interesa ser donante prematuro de órganos ¿no es cierto?. Ah, nota interesante sobre la peligrosidad de los polacos: conocí a un estudiante mexicano al que en su primer mes le rompieron una costilla y una nariz por mirar a quien no debía, joder, y eso que los mexicanos tienen las pelotas de acero.

Mexicanos típicos hablando sosegadamente sobre cómo van a pintar su casa

Afortunadamente a pesar de los múltiples empujones que no debíamos de dar respuesta, pisotones ídem y de las mil y una veces que casi me tiran una cerveza encima, sobrevivimos sanos y salvos. Pero nótese eso que tengo inflado en el carrillo izquierdo de mi cara. Exacto, eso no dejó de tocarme las pel...encías todo el rato. Entonces cualquier molestia en comparación resultó una tontería. Al menos salgo feliz en la foto, aún a sabiendas de que quizás eran mis últimas horas convida.

Un catalán (polaco), un gallego y un madrileño . No es un chiste, es estar de Erasmus.

Al salir fuimos a un kebap, no por mí, que ya había cenado, sino por algunos Erasmus. El hecho de que haya turcos en el grupo es interesante, pues al kebap al que fuimos a mis amigos les pusieron un tamaño gigante en sus pedidos, y además fueron invitados por uno de los Erasmus de Turquía. Decidimos irnos temprano, pues el plan para el sábado era levantarnos mas o menos temprano (esto quiere decir antes de la hora de comer) parar ir a una ciudad de la que no recuerdo el nombre, y después a Katowice. Una vez allí decidiríamos si quedarnos a salir por la noche o volver. Lo malo es que para volver a Zabrze a las 3 y pico de la mañana no había ningún bus o tranvía así que pillamos un taxi para volver a nuestra amada ciudad de acogida. Nos cobró 50 zloty. No voy a decir cuánto es en euros, pero es lo que imagináis: una clavada por ser guiris ¡Y eso que procuré con mucho no mostrar mis calcetines!



PD: estoy remontando los días que llevo de retraso(mental), no os quejéis

Jestem w Pralka (estou na lavadora)

Jueves 9 de Octubre de 2008

¿Veis? me estoy acercando al día actual poco a poco, espero que en unos cuantos días el retraso de este blog sea casi cero. En directo, en tiempo real. Como en la peli el Show de Truman. Pero hasta entonces aún tengo muchos días que contar, como son los de la semana pasada. Quizás algún día escriba más cosas que este diario de combate, no sé, alguna opinión sobre algún libro o película, delicias de la cultura pop para mis amados seguidores ¡seguid así!

Realmente el último jueves no tuvo demasiada chicha, dormí hasta tarde por la mañana y dediqué lo poco que hay de tarde aquí (a las 18:00 ya no hay sol, malditos soviéticos) para explorar no muy en profundidad la zona que queda al norte de mi residencia, que es por así decirlo otro tipo de ciudad, con bloques de edificios en grupo, todo muy comunista. Eso no quita que el los últimos tiempos se estén haciendo capitalísticos adosados, sólo espero que a estos hombres del este no les explote la burbuja inmobiliaria. No llegué hasta muy lejos pues temo a la oscuridad, hombres lobo y vampiros, ya se sabe, con el inconveniente de que el no hablar su idioma puede complicar incluso más las cosas. Sobre los zombies no me preocupo, no corren mucho. Amén de que al dormir poco no me van a pensar en mi como un extraño (lo siento Catalina, wah wah)

Hablando de zombies, al mirar su pirámide alimenticia me he dado cuanta que la mayor parte de los raperos y tujos de Pontevedra no tienene que temer por sus vidas

A la noche hice mi primera lavandería aquí (sí, sí la primera, pero a diferencia del habitante común de estos lares, yo SÍ me ducho todos los días) a la noche. Cuando bajé a la lavandería me vino una chica polaca a preguntar si quería jugar al futbolín. Me lo preguntó en polaco, eso significa que a pesar de ser tan negro/blanco como Obama ¡puedo pasar por un nativo! al ver que mis frases en polaco tenían una tonalidad rara se dio cuenta de su error, y al parecer ya había oído hablar de que había dos Erasmus en la residencia. Ya veis, la fama me precede allá por donde voy y eso que todavía no he sacado ningún disco al mercado ni llevo pistolas allá por Pontevedra adelante. Nina, que así se llamaba, me acompañó a la lavandería y me explicó los mágicos secretos que semejante estancia entrañaba, que riéte tú de la Cámara Secreta del señor Jarry Potter. También al rato vino un chico amigo suyo que se llamaba César (su versión polaca es impronunciable), un tío que parecía salido de la serie de Dexter, pues tenía una camisa hawaiana de flores amarillas y un crucifijo tamaño king size. Lástima que sea pleno Octubre para semejante indumentaria, me pregunto qué llevará en verano. Bueno, mejor no me lo imagino...

Aquí no son tan divertidas las lavanderías como en nuestra inhóspita Galicia

Debido a que la soviética lavadora tardaba y todo eso, me convencieron para ir a la sala Klub (no es errata, es que en polaco es así) de la residencia, no sé que estaban celebrando, pero lo que recuerdo es mucha cerveza y vodka ¿qué raro, no? allí me presentaron, no sé, quizás a unas 8 personas/persoeiros. Algunos majos, otros increíblemente contentos de conocer a un español, y uno algo pesado. Les decepcionó a todos que yo no bebiese, pero como son unos patanes al futbolín les impresioné. Sí, y eso que soy otro patán. Así que imaginaos cómo está el nivel balompédico de mesa por estos lares. Venid amigos, venid ver y triunfar. Quizás el que estuviese bébedos ayudase a mis victorias, pero no quiero pensar en ello. El hombre medianamente pesado no me dejaba escapar, conoció a los diversos españoles que pulularon por esta residencia a lo largo de los últimos cuatro años, y lo típico, comenzó a relatarme el sinfín de palabrotas en español que se había aprendido con tesón (que conste que hago lo mismo. Sólo que sin tesón), y además sabía "¡merda!", sin duda un regalo de cortesía de los últimos gallegos que estuvieron aquí. Un saludo a esos prohombres que tanto me ayudaron a pesar de que fui un pesado mandándoles emails.

Finalmente no salimos en Gliwice a la noche (y mira que teníamos ganas) con nuestros recién conocidos amigos Erasmus porque al día siguiente teníamos reunión con el señor Orko, y no era un buen plan ir de reenganche o quizás perder la vez. Tendríamos que esperar a Piatek (viernes). Palabra a tomar muy en serio ;)

miércoles, 15 de octubre de 2008

Gliwice-Zabrze-Gliwice

Como la semana pasada tampoco pasaron muchas cosas intentaré relatar el mayor número de días posible en esta entrada para apurar y poner al día este blog denostado por la crítica.

Lunes 6 de Octubre de 2008

Otro día sin nada que hacer, estoy empezando a odiar este enfrentamiento con la nada. Sin embargo decidimos poner fin a semejante languidez y decadencia (pues no somos jubilados tirados en una residencia esperando la muerte sin presencia alguna de parientes, aunque el Alzheimer ayuda enes esos casos), así que a la tarde visitamos la ciudad vecina, Gliwice o también llamada Gleiwitz, que se encuentra a unos 10 kms. Para ello cogimos el tranvía, y de nuevo no marcamos el ticket para que nos sirviera para una próxima vez. Creo que habré hecho unos 8 viajes pagando sólo 50 céntimos de euro en vez de los 4 que debería haber pagado. Maravillas de las repúblicas ex-soviéticas supongo.

La verdad es que nunca vamos a aprender. Aquí anochece a las 6, y más temprano va a atardecer con el paso de los meses. Y de perdidos al río: fuimos a Gliwice después de comer, así que no dispusimos de muchas horas de sol en realidad. Es una ciudad mucho más concentrada que Zabrze (en la que estoy residiendo), hay un centro urbano determinado y se ve muchísima más gente en las calles. Vamos, todo más vivo. Y además no todo es cuesta arriba como en nuestra simpática ciudad. Aunque bueno, no me quejo pues tampoco es Vigo. Amén de que no tenemos que coger ningún autobús para ir a nuestra facultad. Sé lo que estáis pensando, ir de gratis en un bus no es tan fácil como el tranvía.

Aquí vemos a un hombre cogiendo por los pelos el VITRASA

He aquí algunas fotillos de lo más significante de Gliwice, que como podéis ver luce mucho más histórica y personal que Zabrze. Oh, espera, que no he puesto fotos de Zabrze! Bueno,va a ser un poco regreso en el futuro, es decir, las voy a poner después. Queda en vuestras manos qué decidís leer antes. A destacar de Gliwice su ambiente tropical, no por el calor, que va, si hacía frío, sino por la cantidad de mosquitos que hay en sus parques, mosquitillos pequeños que mientras hablas te tragas toda una dinastía de ellos, se pegan a la ropa, al pelo, a todo. Así cualquiera pierde toda la dignidad que a uno le podría quedar después de haber elegido Polonia como destino de Erasmus, imaginadme corriendo (bueno, con ropa y tal) a través del parque con la boca tapada con una mano y los ojos con la otra. Eeeso, eso es. Contárselo a todo el mundo, pero publicitando mi blog, claro está.

Hombres barbudos y serios, toda una tradición polaca


Sip, igualico que El Pianista. Pero sin muertos desperdigados por el suelo, una lástima.


Las terrazas se pueden poner de lujo aunque el edificio se caiga a pedazos.












Spain was there!


Residencia de invierno de Saurón, señor de Mordor


¡¡Al fin siento el poder entre mis piernas!!

Eso con pinta de nave especial es una terraza. Con efecto invernadero propio, al parecer.

Al llegar habíamos visto un Carrefour en el horizonte (nótese de que como aquí todo es excesivamente llano, lo más lejos que puedes ver algo depende de su altura) decidimos pasar por él antes de abandonar la ciudad de vuelta a la miserable Zabrze. Bueno, en realidad era un gigantesco centro comercial con Zara, Pull and Bear, y todas esas cosas. Y claro, Carrefour, donde me sentí infinitamente feliz por ser el afortunado comprador de una baguette, que no es que abunden por Polonia. Afortunadamente fue barata, unos 30 céntimos al cambio. El que fuera un 99% harina no me importó lo más mínimo, al fin me snetía europeo del sur. Y hete aquí que en la caja, mientras estaba pagando ¡nos encoentramos con otros españoles de Erasmus! es decir, el destino me guió primero al Carrefour, luego a aquella harinosa baguette para luego conducirnos a la única caja donde iban a estar los estudiantes españoles. Todo salía según el plan de Dios (en realidad es una burda mentira para no sentirme desgraciado) así conocimos a Miriam, Alberto y otros que están en el campus de Gliwice pero de la misma universidad. Nos intercambiamos messengeres y números, bueno, más bien Sabela, yo estaba ocupado degustando pan. O disgustando, vete tú a saber. Aunque de todas formas nos íbamos a ver el miércoles en Gliwice de nuevo, día de la reunión de Erasmus, pero así ya teníamos alguien con quien hablar y no parecer autistas.

Y volvimos a Zabrze. El infernal Zabrze. Y nada más aquel día.


Martes 7 de Octubre de 2008

A diferencia del anterior no era un día muy soleado, pero tampoco me quejo pues más bien estamos teniendo un tiempo mejor que el de nuestra Galicia natal . Me dediqué a la tarde a una necesaria tarea: deambular por Zabrze para conseguir documentos gráficos inéditos que atestiguasen que el hombre (español) ha estado allí, un pequeño paso para un gallego, para un gran paso para la Manulidad. He aquí las fotos que conseguí en esa dura tavesía en la que descubrí no uno, sino DOS Carrefour express. En uno de ellos finalmente pude encontrar yogures en pack de 4. Sí señores, nunca sabes lo que NO vas a encontrar en el extranjero y en Polonia no le van los yogures en pack de 4 y normales, le van más las tarrinas individuales. De hecho puedes comprar cada yogur del pack de 4 individualmente por unos 0,15€. Si eso lo intentas en España la loca de la cajera te puede castigar los oídos gritándote lo que no está escrito. Tras comprar uno de fresa y degustarlo con la mano (sí, uno no lleva siempre una cuchara a mano ¿qué pasa?) tras tan magnífica hazaña se puso a llover. Pero una lluvia no fina, finísima, molecular diría yo. Y algunas gente llevaban paraguas, manda cojones! yo estaba a 2 kms de la residencia y llegué apenas mojado. Polacos locos. No me extraña que su paraguas se llame "parasol" ,porque total, para la lluvia con la que tienen que lidiar...


¿un campo de refugiados en Zabrze?¿chabolismo gitano?¿hipotecas basura? respuesta más abajo



Ajedrez y Banco Santander. Combinación de la era modernda, digo yo.







¡nop, es un mercado!


El colorido hospital en construcción al lado de la residencia. Debe ser bonito morir en un sitio así.

Don Kichote!

Barbamán, se alimenta de flores


El milagro económico polaco: carteles MÁS grandes que los coches, uhm...

polacos y rusos unidos contra el fascismo ¿qué dices de dictadura comunista de 40 años?
Exacto. Casi muero atropellado.

Monumento al soldado polaco. Debe ser duro ser invadido por todos.

Miércoles 8 de Octubre de 2008

En realidad ese día teníamso una reunión con el señor Orko, pero fue pospuesta para el viernes debido a que días de presentación de Erasmus sólo ocurren una vez. Bueno, una ves por curso. Era a las 9:30, pero llegamos a Gliwice a las 9 para tener un margen, además no sabíamos en qué sala de la facultad de Mineralogía (un edificio d soviéticas proporciones) se celebraba la reunión, sólo que era una tal Sala Senatus. En la facultad preguntamos y preguntamos por ese lugar y por un momento pensé que estaba en otro planeta pues nadie sabía de qué le es la dichosa Sala Senatus. finalmente la encontramos e irónicamente habríamos preguntado a gente tan sólo a 50 cms de distancia. La próxima vez me centraré más en los carteles que en las personas.
Entramos a las 9:25 pues Agnieszka, la coordinadora de Erasmus nos vio y nos invitó a entrar. La sala era una estancia de buen ver adornada con una docena de cuadros de los rectores anteriores que gobernaron la universidad. Sin embargo supongo que para la próxima imagen tendrían que ampliar la sala o expulsar a algún cuadro existente pues ya estaba bien lleno. La gente comenzó a venir poco a poco, y sobre las 9:45 comenzó todo, y eso que aún faltaban sobre unos quince Erasmus.

¡La hora de los regalos promocionales en la sala Senatus! ojalá que le diesen paraguas gratias a los Erasmus que van a Santiago, porque los pobres piensan que todo en España es sol y mira...

La presentación fue encabezada por una mujer que nos habló de la universidad y sus facultades, fundada allá por los años cuarenta. Luego Agnieszka y otra mujer joven nos hablaron de lo que vamos a ahcer coo grupo, sitios que visitar, y más cosas relacionadas con las opciones de enrqiuecer nuestras vidas (pero no con dinero o armas d efuego, para nuestras cosnternación). También nos enseñaron el centro de deportes universitarios, donde incluso tienen una pista de hielo...¡cubierta! a mí que me lo expliquen, pues no le veo sentido a eso en un país como Polonia. Por cierto, visitad la pista de patinaje sobre hielo de Kansas City, está al aire libre y es 100% american. Bueno, a lo que iba. Por el camino fuimos conociendo algunos Erasmus, y casualmente hay una chica que también es de Pontevedra, de hecho su instituto está a 200 metros de mi casa. En general son algo mayores que yo, pues ya se sabe lo que tienen las ingenierías...¡planes de pensiones!

Algunos de ellos estaban algo perjudicados pues los días anteriores incluída la última noche habían sido de fiesta y desfase total. Ya ves, no sabes como deben envidiar mi pacífica vida en Zabrze. A destacar Javi (¿o era David? siempre me confundo) que siempre que le hablaba no me entendía, durante horas pensé que era por mi acento galaico y por mi escasas ganas de pronunciar bien. Y bueno, creo que algo de mi parte si que fue. Él y otros más, Miriam, Alberto (sí, lo del Carrefour), Miriam de Pontevedra, Omar y Esther nos relataron cómo fueron sus días hasta entonces y la diferencia es cruelmente abismal. Pero bueno, supongo que saldré de este estado de ermitaño poco a poco ¡tengo 9 meses para ello!


Diversa fauna Erasmus.Más peligrosos son los polacos.

Las coordinadoras polacas de los Erasmus nos guiaron a españoles, turcos, portugueses, un francés, un italiano, un polaco y vete tú a saber qué otros países, a través de Gliwice hasta el museo municipal, que de antaño había sido un castillo. Un museo pqueño pero decente, aunque como buen belicista eché en falta más cosas de la Segunda Guerra Mundial. Visitamos la catedral local, a la que ya había sacado fotos (véase arriba) y que se encuentra en mitad de ese parque plagado por mosquitos. Tras ello fuimos a la lujosa residencia de un industrialista de hace un siglo, William Caro creo que era su nombre, aunque de hecho no recuerdo siquiera si visitamos su casa antes del museo o después. Creo que tengo que ponerme más al día con este blog. Finalmente fuimos a un restaurante lujoso de cocina polaca ¡a cuenta de la universidad! el menú fue:

-Sopa agria con huevo
-Empanadillas mojadas de queso
-Tarta de manzana
-Bebidas: zumo de naranja o de arándanos (éste especialmente sabroso)

Tras socializar en la comida el día de presentación había acabado, y lo que hice fue acompañar a los Erasmus a sus residencias para saber dónde estaban y bueno, socializar más, que no viene mal. Tras ello volvimos a nuestra ajada, anticuada y sucia Zabrze. Oh, si hasta echo de menos el olor de churrasco por las mañanas...

bueno, mejor pensado no. Lo siento Iago ;)

"Good bye, Gliwice!"