domingo, 16 de noviembre de 2008

Fuegos Fatuos (o casi...)

Sábado 1 de Noviembre de 2008

El Día de todos los Santos. El día anterior había sido Halloween, y había ido a Gliwice a celebrarlo con el esto de los Erasmus, aunque muy a mi pesar, yo no disponía de traje alguno. Aunque no debería haberme duchado, así podría decir que iba disfrazado de polaco. De blokersi concretamente, que son los raperos blancos que abundan por aquí cuyo nombre provienen de los soviéticos y aburridos (redundante, lo sé) bloques de viviendas. Como no tienen nada que hacer, aunque deberían estar estudiando pues son quinceañeros, se dedican a beber cerveza a partir de las primeras horas de la mañana, pasearse con sus sudaderas-anorak con motivos de camuflaje, y rapear chorradas. Vamos, casi lo mismito que en España, salvo que aquí si les diera por fumar lo que ya sabemos les puede caer un paquete encima de proporciones que ni Seur podría levantárselo. Cosas de una policía ex-soviética, como más adelante explicaré un suceso del día de los muertos presenciado por servidor.

Mi amiga Ania Hogaza me había comentado que debería visitar algún cementerio durante ese día. En España la gente también va a honrar a los muertos, le dije, pero ella me comentó que en Polonia los cementerios son algo más pintorescos y más concurridos, de hecho cuando viistó junto a Edyta un camposanto español en tan señalada fecha, se extrañaron de la nula afluencia de gente. Bien, que quede claro que Bonaval no es un cementerio al uso. Sino un parque con muchos huesos. Ni que hubieran estado de picnic allí algunos rojos durante la verbena del 36 al 39.

Así pues me dirigí hacia el cementerio a pie, a una hora más bien tarde para los estándares polacos: las seis y media. Comenzaba a hacer un simpático frío, pero nada que mi blindado anorak no pudiera parar. Además, me había descargado nueva música: la banda sonora de Dexter, una de mis series favoritas. Ni que decir que el tétrico pero armonioso contenido del mp3 vino que ni pintado al genuino ambiente que se respiraba en el cementerio mayor de Zabrze. Sin más dilación, he aquí las fotillos más representativas (no tuve miedo de fotografiar porque n oera el único haciéndolo):
Bueno, esta foto fue por el camino al cementerio, en plena calle al lado de otra iglesia.





Este es mi actual fondo de escritorio, sólo por esto la sesión valió la pena



¿a que soy un tipo interesante?

Al volver de mi sesión fotográfica, pasé delante de un parque. Vi varios cuerpos en el suelo y dos figuras de pie, medianamente inclinadas oobre los primeros. En un principio pensé que había pasado algo y les estaban prestando ayuda, pero nada más lejos de la realidad. Cuando estuve más cerca vi que los hombres de pie eran dos policías: habían ordenando tenderse a los demás. Uno de ellos se intentó mover unos centrímetros y lo que se ganó fue una patada. Pocos segundos después llegaron tres personas, amigos de los primeros presumo, que fueron recibidos a hostias por los dos policías, linterna usada como arma de mano también. Al final, seis personas en el suelo y una camioneta de la policía yendo ahcia el lugar. No me paré ni por un segundo, no fuera a ser...

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