miércoles, 1 de abril de 2009

Microexamen de Microeconomía

Jueves 6 de Febrero de 2009

Santo cielo, ¡una entrada sin imágenes! ¿se nota que estoy apurado?
Corría el segundo mes del año y me tocaba enfrentarme a mi examen de Microeconomía, asignatura que me he llevado de Erasmus. Es una bastante difícil de aprobar en Santiago a la primera, al menos para primates como yo. Y somos muchos, no creáis, estoy seguro que ni la mitad de los presentados aprueba. Y los presentados serán la mitad de los matriculados. En fin, una fiesta, debido en parte a la inoperancia nuestra como alumnos, pero también a unos profesores algo "peculiares". Esto hacía que algo me subiera por la garganta ante el hecho de tener que hacer esta asignatura en inglés, además de que no recibimos clase ninguna. La profesora nos dio una bibliografía, y ale, echarse al agua.

Me puse camisa y corbata para el examen. Aquí en Polonia se lleva bastante lo de ir todo engalanado a las pruebas, porque se supone que es algo serio. Aunque la verdad, la experiencia de copiar/chivar vistiendo de Armani debe ser una experiencia increíblemente acogedora. Como soy pobre, no vestí de marca italiana, y como soy poco previsor no hice chuletas.

Llegamos los dos Erasmus al despacho de la profesora y nos dice que esperamos. Al final acabamos en un aula con una mesa en forma de U, en la que también se sentaron algunos polacos a realizar el examen. Aparentemente era una recuperación para ellos. Porque señores, aquí los exámenes son estilo: durante tres semanas consecutivas puedes hacer un examen por semana (más septiembre). Puedes suspender dos veces y presentarte de nuevo, presentarte todas las tres veces o sólo una. Casi es como hacerte exámenes hasta que apruebes.

Aún así estaba acojonado. La profesora nos dicta cuatro temas sobre los que escribir. El tercer tema no estaba en nuestra bibliografía. Se lo decimos y nos dicta otro ¡que tampoco estaba! para no parecer unos aprovechados le dimos luz verde a ese tema, pues no parecía algo excesivamente complicado. Veo que la polaca que se sienta enfrente de mí saca un folio, lo dobla a la mitad, lo parte en dos mitades y se pone a escribir en una (?). Qué letra más pequeña, pensé.

Al cabo de 15 minutos de estar escribiendo el primer tema, le pregunto a la profesora cuanto tiempo falta para acabar. Nos contesta que cinco minutos ¡¿un examen de 20 minutos?! todos entregan como a los 18 minutos, mi mandíbula desencajada, la tuve que recoger del suelo. En mi facultad esta asignatura tiene exámenes de "sólo" unas tres horas. Los erasmus le pedimos más tiempo, pero tras 40 minutos desde el comienzo del examen decidimos que no había que abusar, y la profesora se estaba impacientando. Nos lo corrigió allí mismo y no me quejo de la nota, muchísimo mejor de lo que nunca podría (y mucha otra gente) haber sacado en Santiago.

¡Misión cumplida!

No hay comentarios: