jueves, 25 de diciembre de 2008

I'm on Earth again

Hoy por hoy, diciembre de 2008

Sé que llevo un retraso enorme respecto a lo de publicar, pero amados lectores, tenéis que comprender que en estas navideñas fechas estoy más interesado en vaguear y destrozar mobiliario urbano más que en ser famoso en la red. Pues ¿qué escritores de blog famosos hay en internet? gentuza como Pérez Hilton, que no lo desprecio por ser homogay (no demasiado claro), sino por su pobre uso del PaintBrush, lo cual hace que el prestigio de los que usamos tan versátil herramienta caiga por los suelos...¡que caiga el cielo sobre él!

He llegado a Galicia hace ya una semana y casi un día. Tras reunirme con mis amigos he discernido qué me faltaba en Polonia y qué me sobraba, aquí una estúpida lista que espero que sea lo suficientemente atroz:

Cosas que echaba de menos de Galicia
-El que el agua de grifo sea potable
-El que al agua de la ducha no se te pegue
-Los montes y el olor a mar
-El botelón (y eso que no bebo)
-Algunas personas

Cosas que no echaba de menos de Galicia
-El frío húmedo que te destroza (en Polonia a -7C estaba más a gusto que aquí a 6C)
-El olor de Celulosas
-Otras personas

Cosas que no echo de menos de Polonia:
-Sus váteres y su desagradable "efecto bandeja"
-Los polacos bitemáticos cuando conocen a un extranjero. Pregunta A o B siempre: A)¿de qué equipo eres? B)¿qué opinas de las chicas polacas? para la guía de supervivencia que escribiré que estas son las respuestas: A)Barcelona FC (aprender más de 5 jugadores), y B)las más guapas del mundo. Aunque estas cosas sean obviamente mentira, ayudan a ver la luz del sol un día más y no ver la luz de la UVI en su lugar.
-La falta de persianas
-Las sangrientas peleas
-Los raperos polacos

Cosas que echo de menos de Polonia
-El poder dormir a partir de las 3 la tarde sin tener que cerrar las cortinas
-La depreciación del Zloty, cada día me hacía más rico sin hacer nada ¡cual Borbón!

Cosas que echo de menos de Kansas
-Catalina
-Las armas del Wal-Mart

Que conste que no dejo tirado este blog, de hecho voy a intentar hacer un esfuerzo y escribir más regulamente. Por escribir queda:
-Fiesta de Integración Navideña (el nombre no es mío, aunque lo pudiera aprecer)
-El último fin de semana en Polonia del 2008, discoteca y excursión

Cracovia: la ciudad de los edificios bajitos

Sí, finalmente me he decidido a dar en conocimiento mi aciago viaje a la segunda ciudad más famosa de Polonia tras Zabrze: Cracovia. Y lo increíble es que sólo lo estoy escribiendo ¡con casi un mes de retraso! en realidad tenía el borrador guardado desde hace unas semanas, pero ciertamente esta vez si que estuve muy ocupado. Organizarse para viajar de vuelta a España por 40 euros no es tarea fácil. O al menos esto me ha dicho mi abogado que debería escribir en el blog.

Sábado 29 de noviembre de 2008

Ania Hogaza (chica polaca con que trabé amistad mientras estudiaba en Santiago DC) me estaría esperando en la estación central de Cracovia ese día, y tras un trayecto de dos horas en tren (Zabrze-Katowice-Cracovia) llegué a mi destino. No ha la había visto desde la boda de Edyta, pero al menos es menos tiempo desde que la vi en mi ciudad universitaria por última vez. El viaje no tuvo ningún problema incluso para alguien con un polaco tan débil como el mío, lo único que tuvo su aquel fue un grupo de jóvenes borrachos polacos que se divertían dando portazos en el tren. Por otra parte el paisaje era bastante bonito, con suaves colinas y un poco de nieve dispersa.

Sin embargo en tiempo que me recibió en Cracovia no era bueno. Lluvioso a raudales y nublado como después de una hecatombe nuclear. Al fin me sentía como en casa. El hecho de que la región en la que se sitúa Cracovia se llame Galicia no podía ser una coincidencia. Sí señores, Galicia se llama. Aunque en polaco se escriba Galicja, es conocida allende de este país por el mismo nombre que mi tierra natal. Sé que es una parida, pero siempre me hace gracia leer artículos como el siguiente, donde te esperas encontrar una tierra cuadrada y surcada por un millar de ríos y ¡ZAS, en toda la boca!, te encuentras otra cosa: http://www.polishroots.org/genpoland/gal.htm . Yo tan sólo espero que los habitantes de esta citada región sean tan bárbaros y poco capaces como sus homónimos ibéricos. Sería un gran apoyo al internacionalismo y a la alianzas de los diferentes pueblos del mundo.

Como veis esta Galicia está repleta de nombres galaicos

Lo primero que vi en Cracovia es que estaba repleta de gente. Un gran cambio respecto a Zabrze, donde hay 200.000 personas pero tan sólo dos cafeterías, lo que hace que rara vez te encuentras más de 30 personas a la vez en la calle. Además como encuentra tremendamente placentero el beber a solas hasta echar el hígado por la boca ¿para qué molestarse y salir de casa? joder, nos llevan años de adelanto. Adelanto hacia la autodestrucción.

Debajo de la inmensia lluvia se nos apareció la plza central de Cracovia, al parecer una de las más grandes de Europa. Y por primera vez en Polonia después de Zakopane ¡vi cosas turísticas! puestos, animadores, gente disfrazada, etc, al fin un poco de caché. Y muchos turistas (reconocibles por su cámara de fotos al cuello) a pesar de no ser temporada alta. Me encontraba en el centro de la ciudad medieval de Cracovia situada en el centro de la ciudad moderna. He aquí algunas imágenes.

Las palomas, esa plaga alimentada por desgraciadas jubiladas cuyos hijos se encuentran a 500 kms de distancia y no las visitan ni en Navidad. Lentas pero seguras, alimentan a estas aves tramando una venganza aérea..

Donde esté la policía e siempre, impulsada a tracción animal, que se quite todo lo demás ¡alguacil!

Burbujas mágicas rellenas de estupefacientes...glorioso LSD

Tras ello, nos dirigimos al castillo de Wawel, no lejos de la plaza central. Cracovia fue la capital real (o eso recuerdo) años ha, y quizás por eso su casco histórico mantiene un aire ligeramente medieval. En el citado castillo se sitúa una basílica en la que hay enterrados reyes y más reyes, y por mucho que les pese a los republicanos de pro, ninguno fue enterrado vivo. Además la basílica tienen en el potal unos inmensos huesos, que primero pensé propiedad de antiguo rey excepcionalmente gordo, pero al parecer son de mamut. Es decir ¡un mamut gobernó Cracovia! para que luego digan que aquí no hace frío. Pero no os preocupéis, mis morbosos lectores, había simbología siniestra a manos llenas, para muestra esto:
Rey Picapiedra, soberano de la cueva de Cracovia (45000 AC-44992 AC)

Faraón Piwo-atón II, señor de la hidromiel polaca (1324AC-1323AC)
Rey Midas, señor de los Zlotys (12DC-56DC)

La basílica es un sitio muy bonito, seas republicano o no, no puede faltar si visitas Cracovia. Como tampoco puede faltar un poquito de blasfemia ahciendo el imbécil como servidor:

Ah, casi se me olvida, éste es la vista general del castillo de Wawel. Gracias google!


Cracovia tiene un millón de historias y leyendas, o eso dicen los guías turísticas ¡si hasta tenían un dragón y todo! lo cual me parece raro, porque pensé que eran católicos y que San Jorge habría dado justo y merecido final a la reptiliana bestia. Al parecer lo mató un zapatero a base de indigestión de sal y se casó con la princesa (lo cual mató al rey del disgusto, dos pájaros de un tiro el muy cabrón). En aquel tiempo celebraron la victoria sobre el repugnante ser, hoy en día los ecologistas se habrían echado a su cuello por aniquilar un miembo de una especie en extinción. Cómo cambian los tiempos, leches.
Sí, lo llaman dragón. Yo lo llamo amasijo de hierros. para que lance fuego por la boca tienes que mandar un sms. No es broma ..."manda DRAGON al 7777 y recibirás la llamarada en tu móvil"

Tras ello fuimos a una cafetería de la zona vieja para reunirnos con Magda, otra polaca que ha estado en Santiago el año pasado de Erasmus. Y seguramente no sintió excesivamente en el extranjero, pues las cafeterías de Cracovia son bastante Santiaguesas, situadas en edificions semirruinosos y burbujeantes de gente joven. Un rato más tarde nos reunimos con otra polaca que estuvo en Vigo el año pasado, así que al fin podía hablar en castellano con gente que no era de España (o México, vaya). Visitamos brevemente el mercadillo de noche, situado en la plaza central, y la ciudad estaba iluminada por las luces y por el reflejo de esos haces en los charchos y el agua esparcida por doquier, dándole un aspecto para recordar. Salvo por los niños cantando, eso no los recuerdo, sólo los quería ahogar.

Tras la cafetería estuvimos buscando un sitio donde comer. Para mí sería el almuerzo, pero para ellas ya sería la cena: eran las 5 de la tarde. Si es que sigo siendo español, qué le vamos a hacer. tras buscar un poco nos (se decidieron) decidimos por un restaurante georgiano, nunca había ido a ninuno, así que la verdad no me podía negar. Y estuvo bien, a pesar de que los espesos bigotes de los cocineros me hicieron desconfiar en un primer momento de que los platos servidos allí fueran algo más que una colección de pelos. Comida rica de una república ex-socialista soviética en Polonia ¿qué mas podría pedir? bueno, algunas prisioneras del gulag abanicándome no estarían mal...

Más tarde buscamos una cafetería o un garito en el que pasar la noche, visitamos muchos, incluso el infame el Sol, donde ponen salsa. Pero todos estaban llenísimos (bueno, salvo el Sol que etaba vacío debido a su dudosa calidad) así que la noche cracoviana fue más bien corta. Así que tras unas horas Ania y yo nos dirigimos a la casa donde vive a pasar la fría noche, mañana había cosas que visitar. Pero cuando digo fría me refiero a que adentro podrían formarse estalacticas de hielo. Al día siguiente me desperté con un intenso dolor degargante y malestar, y eso que había dormido vestido, con un jersey grueso, un edredón espeso y una estufa! bueno, ser Erasmus tiene que ver también con sumergirse en el savour faire del país de adopción, pero como no le pego chupitos al vodka ni al desayuno, ni a la cena ni cada 10 minutos, algunas cosas relacionadas con la termodinámica se complican un poquillo.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Grandes Hitos de la Historia

Que quede para el recuerdo de nuestros descendientes.

Que quede como ejemplo para los justos.

Que quede constancia de semejante hazaña.

Ayer, jueves 11 de Noviembre de 2008, a las 15:45 ocurrió un suceso que esperemos que no vuelva a acaecer: asistimos TRES personas al curso de polaco. Y estoy conntado a la profesora, la cual realmente enseña de alemán. Sólo Fara, un hombre de Senegal, y servidor disfrutamos de una soviética clase.

God Bless Poland

martes, 9 de diciembre de 2008

Grandes Citas de la Historia

Estaba pensando en escribir de original y epopéyica mi viaje del fin de semana pasado a Cracovia, pero realmente hoy no estoy nada inspirado, si es que se le puede llamar así a mis escasos momentos de lucidez provocados por una excesiva ingestión de Tabasco. Joder, cómo me gusta.

Estuve sopesando durante un tiempo, es algo aburrido escribir sobre mi vida, pues eso significa que tengo que ser yo quien agarre esa inspiración, para estrangularla y que me cuente todos sus secretos. Entonces me di cuenta, ¡puedo secuestrársela a otros! entre los que encuentra mi yo pasado. No confundir con pasado a base de porros, claro está. Para que el yo sea pasado es suficiente que pertenezca a un mes pasado, eso significa que el Manu de enero todavía está en el congelador. Así que no puedo estrangular su inspiración. Todavía.

De estos perplejos y anticuados Manus, siempre he podido cosechar alguna frase ingeniosa producto de su (mi? ya no!) estupidez. Sin embargo tengo cariño a semejantes construcciones, pues son la prueba viviente de que hay algo llamado evolución. Los hombres menos patéticos mueren aplastados durante el primer día de rabajas bajo los pies de señoronas de cincuenta años. Los más patéticos escriben blogs.

"Tío, no te rebajes a tu nivel"-En un nivel de actividad neuronal peculiarmente extraño, se desató esta frase desde mi boca. Estábamos de viaje en autobús en una excursión del insituto, creo que estábamos por la Toscana italiana. ¿el motivo de esta frase? quería decirle a un estimado amigo llamado Firi que no se rebajase al nivel de...entonces mi celebro se colapsó con otro pensamiento y ¡bum! he ahí el lamentable resultado. Que conste que tras semejante error no pude hacer otra cosa que hacer de esa frase uno de mis estandartes. Incluso está en una pared de un grafitti en la Junquera. Alabado seas, desgaste neuronal.

"Hostia, es como el nestea ¡pero caliente!"-Servidor hablando de un té que nos sirvieron en nuestra estancia den Zakopane. La culpa no es mía. La culpa la tiene este entramado capitalista-empresarial que hace que reconozcamos antes las cosas por la marca que por lo genérico. Admito que mi estupdiez ha tenido algo que ver, pero ¿quién no pide una Fanta en un bar y resulta que le dan Kas? no resulta sólo que el camarero sea un submileurista atontado ¡es que da igual!

"Meté cedido"(en vez de un ligeramente más lógico CD metido)-Por esta metedura de pata producto de una inherante dislexia comúna todo el género masculino, me he ganado más de un puteo. Que se lo cedan por el culo.

"Si me agarras te caigo"-Der sisléxico no en us crinem.

"Autosuicidio"-Acuñación de nuevas y útiles palabras por servidor.

Pero no soy yo el único que pasará a la historia por estos subproductos sintáticos ¡no señor! soy generoso, y me acuerdo de los sinsentidos proclamados por amigos y extraños.

"Yo por tú no hablaba muy alto"-Dicho por Eloyo, compañero de pupitre durante 1º de Bachillerato. Nótese que es un tío con las pelotas tan grandes que se fue a estudiar a una universidad portuguesa ¡que le queda más cerca que el mismo título en nuestro país! Eloy, sé que no me lees, pero hasta diría que yo por tú echo de menos.

"Y luego cogí el coche"-Dicho por Rafoucha después de una historia que no tenía absolutamente nada que ver. Nótese que a esta frase no le siguió ninguna otra, sino un puto punto final. Quda más bonito que decir The End. Oh, hablar de Rafa (¡un pimp-saludo!) me recordó estas frasazas producto de una conversación teléfonica:

"¿Dónde estáis?"-Sujeto A
"En casa del Rafoucha"-Sujeto B
"¿Sabéis dónde queda eso?"-Sujeto A
Ambos sujetos eran compañeros de Rafa del instituo. Ni que decir tiene que tanto hachís no sólo les había nublado (literalmente) la vista.

"En mi familia somos todas mujeres. Bueno, menos mi padre"-De mi amiga erasmus Miriam. Sin duda la he aprovechado más de una vez cuando alguien me recuerda lo del nestea caliente, sobre todo porque desvía la atención y porque Miriam estuvo presente en mi apoteósica frase.

Post dedicado a Martín, por varias razones:
-Su barba, que me ha servido de ejemplo a seguir
-Por prestarme la bicicleta durante todo el verano
-Por enseñarme la única parte del río Lérez donde ni los peces ni los gitanos suponen un peligro para el baño
-Por ser el comentarista namber guan /naemb6: wan/ y sé que sigue este blog como un condenado. De verdad que he visto todos los vídeos que has puesto. Incluso el de Nigga Please. Pero en tu honor, déjame mostrarle a los millones de lectores de este blog mi favorito de los que has traído:

¡A mi ocurrió esa confusión hablando con un alemán!

PD: y yo me pregunto ¿quienes son los que me visitan desde México y desde California? give us your comments, please!

sábado, 6 de diciembre de 2008

Pierre’s Anniversaire

Al fin me han repuesto internet, el último miércoles. ¿qué había pasado? el chico que lleva todo lo de internet de todas las residencias, que además es estudiante, me dijo que una de las soviéticas porteras había limpiado demasiado el cuarto de cableado de internet, se desenchufaron algunos cables y la portera enchufó algunos de nuevo pero no todos. Estas porteras tienen todo lo malo de las asistentas y todo lo malo de Stalin (bigote incluido). Este estúpido fallo provocó que no tuviese internet por 13 días.

Joder, qué ganas tengo de correr por el Monte del Pedroso un día soleado.


Jueves, 20 de Noviembre de 2008

Un día con violentos sucesos para el recuerdo. Pero también de felicidad y de cumplimiento de deseos. Era el cumpleaños de Pierre, y algunos le deseamos como regalo que nevase, ¡y así ocurrió al día siguiente! Bueno, en realidad en Gliwice nevó algunos días después, pero los exiliados de Zabrze disfrutamos de esa mágica y helada precipitación con antelación, alguna ventaja teníamos que tener por vivir aislados en esta basura de ciudad, digo yo. La ventaja de morir por cause de una glaciación no se puede experimentar en sitios como España.

Tras el sinsentido de atender las clases de polaco en Gliwice y después volver a Zabrze, teníamos que volver a la primera ciudad para ir al cumpleaños que se organizaba en la residencia. Decidimos ir por tren, y siguiendo nuestra estela de arriesgar, decidimos no comprar billete. Además, si nos pillaban sería la primera vez, y podríamos decir que no tuvimos tiempo de comprar billetes (lo cual era rigurosamente cierto a tenor de lo pronto que llegó el tren). El plan consistía en lo siguiente: en Polonia cuando para un tren siempre sale un revisor del mismo para comprobar si todo el mundo ha subido. Pues bien, subiríamos por el extremo opuesto de dónde saliera el citado personaje, y los 8 minutos de viaje entre las dos ciudades nos otorgaba cierta oportunidad de salir ilesos de tan estúpida aventura (estúpida pues el coste en euros del billete es 0’50€).

Bien, vino el tren, avistamos al revisor y subimos en un vagón bien alejado, tal y como habíamos planeado. Pero fue poner el pie en el vagón y dirigirnos a los asientos para ver no uno ¡sino dos malditos soviéticos revisores! ¡el plan se había desmoronado en menos tiempo del que un funcionario entra al trabajo y sale a tomar un café! Se nos quedaron mirando por unos instantes, pero en vez de sentarnos a su lado nos dirigimos hacia el final del tren, cruzando varios vagones. Todo bien hasta que nos encontramos a otro revisor. No sé, quizás era una excursión de revisores, en mi vida había visto tantos juntos. Uno más y la realidad se colapsaría sobre sí misma. Nos detuvimos y nos sentamos, y al menos había dos puertas y un descansillo entre nosotros. Decidimos sacar unos zlotys para que en el caso de que nos cogieran, dar la falsa apariencia de que realmente no éramos forajidos. El tren paró y pensamos que eso sería nuestra salvación, saliendo al descansillo con la esperanza de que las puertas se abrieran y nos dieran la paz que necesitábamos. Pues no se abrieron, ¿qué demonios? No hay una sola parada entre Zabrze y Gliwice. Era una de esas paradas aleatorias de los trenes polacos (qué fácil sería ahora decir un chiste macabro como: “¡con los alemanes aquí los trenes siempre llegaban a su hora!”) y bien, justo el revisor se levantó y se puso junto a nosotros, a escasos centímetros. Tensión, silencio. Mucha virilidad emanando de su bigote. No podía soportar más, quería gritar ¡sí, soy culpable de escaquear 1,85 zloty!
Fig 1. Revisor Polaco

El tren se puso en marcha, al igual que mis latidos de corazón, el cual había estado paralizado. Tras dos minutos que se hicieron horas, al fin el tren llegó a su destino y el revisor no nos preguntó por nuestros billetes. A juzgar por la parafernalia que llevaba, bolsas y algo como envoltorio de regalo, llegué a la conclusión de que quizás estaba acabando su turno, al igual que tanta tensión acabó con parte de mi (ya deteriorada) salud. Caray, fijaos que he escrito tres interminables párrafos para un suceso estúpido de la menor importancia. Está claro que debería dedicarme a la política.

Tras una caminata llegamos a la residencia, había una música estruendosa que se escuchaba ya desde sus cercanías. Pero al subir al cuarto piso descubrí que no era la fiesta del señor Pierre la causante de esos atronadores decibelios, sino unos polacos (¿quién lo diría?) al otro extremo del pasillo. Ya estaban casi todos allí con sus cervecitas, y no tardé tiempo en buscarme a alguien para robarle algo de zumo, lo que fuese. Entre mi llegada y nuestra salida de la residencia la gente cogió el contentillo justo, como tiene que ser. El que yo no beba no significa que sea un intolerante con los que beben, pegue a las mujeres y luego explote por los aires en una tentado suicida. No soy musulmán, así que sólo hago la primera de las cosas. No pudo faltar la tarta en el cumpleaños, recuerdo vagamente que la hizo la señora Ester, o algo así. El zumo de manzana estaba esplendorosamente fuerte y nubla mis recuerdos, seguro que era de una buena cosecha.
¿A que es bonita mi cota de malla? miradas viriles sin duda.

Al parecer Pierre es español de adopción, concretamente vasco

Tras venirnos la soviética portera unas cuantas veces a llamarnos la atención (a las cuales respondió el señor Alberto subiendo el volumen de la música) decidimos que lo mejor era irnos antes de que alguno de los asistentes decidiera decapitarla por tocapelotas. El primer (y único lugar) que era nuestro objetivo era el Contrabás. Al estar aislado en Zabrze, esa era mi primera visita a ese garito y no me quejo, pues comparado con el Gwarek cualquier cosa es caída del cielo (Gwarek también, pero en forma de asteroide provocando extinciones en masa). Además me recordaba al típico garito santiagués medio búnker y con paredes de piedra. Allí bailamos, cantamos y se volvió a bailar.

Tras un par de horas mis piernas se resintieron, bailar con botas de montaña nunca ha sido muy buena idea, como bien demuestran los skin heads ¿habéis visto alguno bailar? Pues eso. Decidí sentarme para descansar un poco en un sofá vacío, el cual fue llenándose de polacos poco a poco. “Qué bien” pensó un ingenuo señor Manuel “así podré poner a rodar el rudimentario polaco aprendido en clase durante las últimas semanas”. El chico de mi lado me preguntó lo típico, de dónde era, equipo de fútbol favorito. Yo le respondí medianamente en polaco, pero al final hubo que cambiar al inglés. Bien, ya sabía de antemano que estos hombres están apasionados por el Barcelona FC así que ese fue mi equipo favorito por esa noche. Realmente no soy un apasionado del fútbol, me gusta jugarlo pero no sé nada de la liga y todo eso, lo cual selló mi sentencia como veremos unas líneas a continuación.

El chico respondió que ese equipo era también el suyo (mira tú qué raro…) y me dijo que le dijera unos cuantos jugadores. Debido a mi limitado conocimiento sólo pude mentarle a cinco o a seis actuales (obviamente no iba a decirle Stoikov o a Iván de la Peña), pero no le pareció suficiente. Me dijo que enumerara más, y le pregunté si era un examen, entonces se desató el desastre. Se levantó poniéndose encima mía a grito de “spierdelai” (vete a la mierda) y lanzó un puño contra mi cara. Así, sin quererlo ni beberlo. Pero ese es el detalle, sí que había bebido, lo suficiente como para que fallar en su puñetazo y le diera al sofá, a unos centímetros de mi apreciada (por mí) cara. No tuve miedo, no porque sea un valiente (a fin de cuentas no soy vasco) sino porque todo sucedió tan rápido que no hubo tiempo para que ninguna adrenalina pasara a mi sangre. Cuando iba a propinarme un segundo puñetazo un amigo lo cogió por los brazos y lo detuvo. Perfecto. El segundo chico me pidió perdón por su compañero, diciendo que estaba muy borracho y la cosa acabó ahí. De verdad no sabía en ese momento que tendría que decir eso en defensa de un amigo esa misma noche. Porque esta noche de violencia no acaba aquí señores.

Cuando nos íbamos, el señor Samuel descubrió que le habían robado su sudadera roja. Se puso de mala hostia y comenzó a emprenderla con las cosas del lugar en general y con un colgador en particular. Sé que el alcohol no le ayudaba a pensar en ese momento, pero comprendo su mala hostia. Cuando ya estábamos fuera, comenzó a dar portazos a la blindada puerta del garito, con suerte de que dejó de hacerlo un segundo antes de que saliera el portero a ver qué rábanos pasaba ahí. Pero el señor Samuel no lo dejaría ahí, los grupos –OH de su sangre clamaban por venganza. Así que ya una vez cerrado el garito, ya no podía dar más portazos al grito de “¡cabroneeees!”, por lo que secontentó en darle patadas a la puerta al grito de “¡hijos de putaaa!”. Hizo un ruido tremendo y cuando acabó se dirigió hacia nosotros, que ya estábamos a una veintena de metros del lugar. Pero justo en ese recorrido, un portero calvo y de muy mala hostia fue corriendo detrás del señor Samuel hasta que le dio caza. Lo cogió por el cuello e intento arrearle un puñetazo con la otra mano pero falló (sin duda no era la noche de los boxeadores polacos). Los señores Jacobo, Pierre y yo éramos los que estábamos más cerca y obramos en consecuencia: nos dirigimos hacia la trifulca y los separamos tras unas patadas y algo más (obviamente no al señor Samuel, eso sería más tarde). Cuando el portero se dio cuenta de contra qué portentosas figuras de pressing catch estaba luchando ¡escapó en dirección contraria!¿y ese tío está de portero? Manda cojones, entiendo que pueda escapar de un señor Fernando o de un señor Joao, ¿pero de nosotros tres? Y esto lo digo sin menospreciarnos, pero es que esperaba más. Esto tiene una parte buena, no necesitaremos esteroides para sobrevivir aquí todo el año.

Lo increíble es que el señor Samuel quería volver una y otra vez al Contrabás para aplastar cabezas, y varias veces tuvimos que pararlo para que no cometiera una eutanasia prematura. Después de estar en la plaza por más tiempo del que me gustaría, nos fuimos a la residencia. Acabé en la habitación (¡que no en la cama!) del señor Samuel y el señor Jacobo. También estaba el señor David, al cual no le entendía nada debido a su porcentaje de -OH, salvo algo de que iba a joder a todos los escoceses. Señor Samuel seguía poseído por el demonio y propinaba golpes contra todo el mobiliario así que hubo que administrarle medicina de la buena: extorsión. Casi mata al señor Jacobo con una bandeja de madera del escritorio, y casi tira un armario encima de mí. Pero a base de unas buenas, sanas y cristianas hostias conseguimos reducirlo hasta un nivel tolerable. Después estuvo filosofando (en calzoncillos) sobre las estrategias a seguir para partirles la cara a todos los porteros del Contrabás. Más tarde llegaría el señor Joao lamentándose de perderse toda la violencia.

Tras unos minutos de música y comer algo de lomo nos fuimos a dormir, de hecho ya estaba amaneciendo. Dormí el suelo pero con varios edredones a modo de colchón, y debido a semejantes comodidades me desperté cinco horas después. En realidad no dormí mal, simplemente me desperté y tenía cosas que hacer: visitar a Agnieszka para n ose qué. Así que recogí mis cosas y me fui sin decirle nada a esos héroes que había derramado su sangre en pos de mantener el estandarte del orgullo Erasmus sin mancillar. Esto último es mentira, pero es que queda genial como final de una entrada en el blog.

martes, 2 de diciembre de 2008

Breaking News!Rompiendo Noticias!

Probablemente mañana me repondrán internet, al fin sentiré d enuevo el preciado sabor del Primer Mundo! bueno, no me quejo, sólo han tardado 13 PUTOS días en intentar arreglarlo. Pero no me voy a alegrar demmasiado no vaya a ser que mis expectativas se metan una hostia épica. Obviamente mi compañero no ha hecho nada por intentar arreglar tan divertida situación pues por lared interna puede ver su serie favorita "Cosas de Marcianos". Sí ,esa que echaban en Antena3 hace al menos 5 años. Pues suele ver esos capitulos durante unas 5 horas al día, y son 3 capítulos por hora. Sí, exacto. Bravo.

¡Interneeeeet!

Budapest: Capital del porno (o eso nos prometieron), episodio final

Cuanto más tiempo me separa de aquellos días, más vagos son mis recuerdos y las sensaciones vividas se diluyen. Esto no lo digo para quedar bien, sino porque es una excusa perfecta para escribir menos de lo que los hechos acaecidos se merecen.

Lunes 10 de Noviembre de 2008

Yo estaba destrozado de la noche anterior, y si servidor lo estaba, no quería ni imaginar cómo los hígados de los demás atormentaban a sus dueños. Esto quedó constancia en nuestros cohabitadores de la península, los portugueses, como contaré a continuación. En teoría debíamos abandonar el hostal a las diez de la mañana como muy tarde, o sino tendríamos que pagar un día más. Y como buenos españoles, traicionamos nuestros juramentos, en este caso el de llegar a todos los sitios tarde, y nos levantamos lo suficientemente temprano como para desayunar y no estar con muchísima prisa debido a que estábamos en el límite de tiempo. No obstante, no puedo decir lo mismo de los portugueses. Estos cándidos muchachos todavía se encontraban durmiendo a pierna suelta y semidesnudos incluso a las 10:30 de la mañana, toda una proeza que hace las delicias de niños y ancianos, pues porque también son unos vagos de mentes simples. O es que tenían los cojones de acero, que también.

Nuestro plan del lunes era irnos a los afamados balnearios de Budapest. Afamados para los budapestenses, porque yo de la ciudad sólo había escuchado hablar de cosas semi pornográficas, y infortunadamente baratas. Una vez en la calle esperamos por los señores Fernando y Samuel, los cuales tardaron algo más porque estaban afanando almohadas. No sería la única cosa gratis que se llevarían de Budapest, no señor.

Oh claro, resulta que las columnas de la embajada ¡están hechas con carne de Kebap!
Nos dirigimos a través de la avenida de las embajadas hacia el parque donde se sitúan los balnearios, y fue una decepción que la embajada turca no tuviese un puesto de Kebap. En la entrada del parque nos encontramos unos monumentos a héroes húngaros:
El sueño de toda mujer: monumentos fálicos y marmóleos, y hombres bronceados (bueno, de bronce)

Y a cinco minutos andando estaban los balnearios, fáciles de encontrar, pero algo más complicada es la entrada correcta, pues la primera en la que entramos estaba atestada de ancianos y nos atendió un chico joven con demasiada pluma. Y cuando digo demasiada lo digo porque en comparación Paco Clavel parece un macho de Pressing Catch...mierda, ¡si no hay machos en esa farsa!¡jódete Shocker!

Al final entramos, pero idiotas de nosotros, los señores Samuel, Fernando y yo no habíamos traído bañadores junto a nosotros, y sé que no era una maldición por las almohadas robadas, pues yo no me agencié ninguna. Primero nos ofrecieron para alguilar unos descoloridos fardahuevos, seguro con mil historias de ladillas a sus espaldas (entrepiernas, mejor dicho), pero nos decantamos mejor por unas bermudas. Conseguimos darle pena suficiente ala señora para que nos rebajase el precio del alquiler de esas inmundas prendas, una especie de 3x1. Por avatares del destino mi bañador me quedaba grande y el de Fernando más bien pequeño. God bless Hungary.
Figura 1. God Bless Hungary

Sobre lo siguiente, pues qué decir. Nos cocinamos en aquella cazuela a fuego lento durante cuatro largas horas, así que nuestra piel envejeció algunos siglos. Pero lo disfrutamos. Por una vez nos sentimos que no éramos parte del proletariado y al fin tocamos y sentimos las deliciosas delicias de la sociedad burguesa. Hay muchas anécdotas, como que casi mato a un niño cuando me lancé sobre el señor Fernando, nuestros múltiples y fallidos intentos de hacer un tapón como si fuésemos colesterol en una especie de piscina anular, unos soviéticos y bigotudos viejetes (aunque sea redundante) jugando al ajedrez en la calurosa piscina, una sauna capaz que usaba como combustible a la misma gente que se adentraba en ella, piscinas de eutanasia donde docenas de abuelitas esperaban muerte por ahogamiento para acabar con sus penurias y un largo etcétera...¿chicas cachondas? sí, justo cuando teníamos que irnos. En fin, si visitais Budapest no dudéis en pasaros por aquí:


No apetece escribir nada más, estoy algo rallado y enfermo, así que tengo excusa. Además, mañana me acordaré menos de este día, así que tendré que escribir menos, ¿a que es un plan realmente interesante? y si te fijas, es un argumento que ya he dicho a la entradilla de este texto ¡si es que me había olvidado!

viernes, 28 de noviembre de 2008

Budapest: Capital del Porno (eso nos prometieron) Episodio III

Sí, sigo vivo. El problema es que no tengo internet desde hace una semana, y voy a otra habitación a gorronear el cable para conectarme, y claro, en internet tengo cosas de mayor importancia que hacer en el poco tiempo que dispongo que actualizar este blog que es seguido cada día por millones de personas (¡algunas incluso no son imaginarias!). Espero tener pronto internet, allá por mediados de diciembre, pues estaré en España y allí nadie te putea con esto de intentar ser parte del siglo XXI. Ni falta que hace decir que mi compañero ha puesto tanto empeño en arreglar esto del internet como afán dedica a limpiar lo que ensucia: es decir, cero patatero. Y lo de patatero no va por ahcer un cliché, es que su alimentación consiste sólo en patatas: patatas fritas y una especia de patatas aplastadas polacas. Muy de vez en cuando pasta. Es el caso más raro de vegetarianismo que he visto en mi vida. Lo de su guarrindonguería también.

Domingo 10 de Noviembre de 2008

La noche anterior el señor Jacobo, Héroe de las Escaleras, y yo planeamos lo que íbamos a hacer el Domingo, con la ayuda de un mapa y la luz roja de la discoteca okupa. El plan era el siguiente: levantarnos medianamente temprano, visitar primero la Basílica de San István, después el Parlamento, cruzaríamos el río para visitar el Bastión de los Pescadores, a la noche. He de decir que fallamos irremisiblemente en el primero de los puntos, pero los demás los cumplimos con éxito.

Edición: retomo esta entrada de una vez por todas

Salimos del hostal hacia nuestro primer objetivo, la citada Basílica. Tras caminar poco, pues vivíamos prácticamente en el centro, la encontramos tras girar en una esquina, allí se encontraba un edificio de bíblicas proporciones. No me la esperaba tan grande, decía mi ex mujer. La basílica era gigantesca, no tan grande como la de San Pedro en Roma, que es con diferencia la mayor que han visto (y verán) mis ojos, pero no le andaba coja, ni siquiera le faltaba una enorme cúpula. Ni que decir tiene que para sacar una foto me tuve que alejar bastante para que cupiera en el encuadre. No dudamos de entrar en el lugar, que tenía bastante gente. He aquí unas fotillos:



¿Rezará Miriam en Binario? quizás le va más el Hexadecimal
Foto de la promo de la serie Erasmus Break

Tras esto, nos dirigimos hacia el Parlamento, y durante el camino pasamos a través de un parque bastante grande con símbolos comunistas como éste, donde se divisaba a la lejanía nuestro objetivo, pero también símbolos incluso más comunistoides como la segunda foto:

¿Una MTV Húngara? espero ser lo suficientemente miserable como para poder pasar por rapero

Después ya teníamos vía libre al Parlamento, con tan mala suerte que no podíamos visitarlo porque las visitas habían terminado unos minutos antes. Nos tuvimos que conformar con sacar algunas fotos, una en la que queda constancia de que somos personas normales y la segunda es necesaria para desmentir esa loca afirmación:


Tras esto, nos encaminamos a cruzar el puente al Buda, el otro lado de la ciudad donde comimos en un restanurante marinero, que para un gallego como yo no es nada exótico. Bueno, le faltaba un poco de chapapote para ser 100% made in Galicia. Cuando salimos ya ahbía anochecido, aunque tan sólo eran las cuatro y media de la tarde. Maravillas de Europa Central amigos, aunque mirando por el lado bueno, esto ayuda a la boyante industria de prostitución, pues hace que sus clientes salgan antes a la calle (lo siento, soy de Empresas). Tuvimos que subir una buena cuesta muy empinada para acceder al Bastión de los Pescadores. Hombre, siendo un sitio preparado para resistir al enemigo era de suponer que no caminaríamos por una alfombra roja. El citado lugar se parece mucho a Minas Tirith (para los frikis del Señor de los Anillos) y se parece a Minas Tirith para la gente en general. He aquí algunas imágenes nocturnas de este lugar, que debido a la potente luz y la neblinosa oscuridad parecía algo mágico:






Después volvimos a nuestro querido hostal, para cenar, reponer fuerzas y salir de noche por última vez en Budapest. Como estos sucesos ocurrieron hace ya generaciones, no recuerdo muy bien quién nos guió hacia el garito que visitamos. Tengo la sensación de que fue alguien con bigote, es decir, una portuguesa, pero no había ninguna con nosotros. Sé que no fue Joao porque no caminamos 5 putos kilómetros para luego encontrarnos una discoteca vacía. Era el típico garito subterráneo, muy últil cuando paseas el perro por la calle y las bombas caen a tu alrededor pues los alemanes están invadiendo tu ciudad. No tengo ninguna queja del lugar, estaba con mis amigos Erasmus, bailamos, bebieron, y tan sólo recibí un pisotón, además de una húngara fea, manda cojones.




Y que quede claro. No siempre he estado con él, pues tenía envidia de su afamado bronceado. Pero estuve con él antes de que ganase. Estoy con mister Barack Obama.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Budapest: Capital del Porno (eso nos prometieron) Episodio II

Sábado 9 Noviembre de 2008

Debido al desfase de la noche anterior obtuvimos fue un desfase horario. Nos levantamos tan tarde que nos quedamos sin desayuno, además, no nos daba tiempo a mañana de hacer nada de interés. Y por poco perdemos la tarde, nada menos. Así pues, lo primero que decidimos visitar fue la sinagoga del centro de Budapest. No fue la mejor idea, al ser sábado estaba cerrada para lo visitantes. Además, el espíritu judaico seguro que nos habría hecho pagar por entrar en el caso de que estuviera abierta. Tras la fallida visita, estuvimos en una cafetería en la calle de enfrente, toda una referencia al Primer Mundo, pues por Zabrze más bien escasean.

Tras ello nos pusimos en marcha al Museo Nacional de Budapest. Debido a nuestra inherente españolidad llegamos tan sólo a una hora y media del cierre, pero de todas formas decidimos arriesgar. Es una lástima que no dejasen sacar fotos, bueno, en realidad sí, tras previo pago claro. Es curioso ver que hay que pagar por más cosas en los países ex comunistas que en nuestro ibérico país. En el museo entramos directamente en las salas a partir de la Edad Media, un error por nuestra parte del que nos dimos cuenta una vez habíamos salido. Total. Como nadie sabe nada de Hungría, nadie sospechó nada hasta que fue demasiado tarde. Por que señores, ¿alguno de ustedes sabe algo de este país más allá de lo del Imperio Austrohúngaro y de comunismo variado? Aunque voy a ponerle una pega al museo: teniendo nacional en el nombre, me esperaba mucho más. Tenía cosas muy interesantes, gorros peludos y personajes históricos barbudos a patadas, amén de cosas comunistas, pero le faltaba un nosequé para poder quedar empachado de conocimiento húngaro. Tras visitar las salas, visitamos la sala de conciertos del museo, dónde un cuarteto de cuerda se dedicaba a asombrar a los presentes, Erasmus incluidos. El ambiente palaciego de película contribuía a la sensación de alguna película de espías de la guerra fría, en cualquier momento uno de los músicos iba a sacar un subfusil de su violín e iba a ametrallar a un agente doble de entre las filas del público. O no. Quizás no trabajaba ese día.

Después volvimos al hostal para cenar, y en un arranque de tercermundismo lo que me hice fue un bocata de jamón york ¡qué rico y barato que estaba, oiga! Tras descansar un poquito más, pues la noche anterior había sido bestial, y tras un poco de bebercio claro, nos dispusimos a salir. Pero aprendiendo de nuestros errores por supuesto, salimos por el centro de la ciudad sin necesidad de coger un tranvía que nos llevase a otra dimensión. Primero fuimos a un garito bastante interesante lleno de velas, bastante santiagués todo hay que decirlo, pero afortunadamente más grande. Era el típico lugar en el que uno fragua la revolución de 1968 con sus camaradas (aunque luego a los 50 años no se mueva del sofá mientras mira el fútbol). He aquí unas imágenes para el recuerdo:






Bueno, esta última foto es de una de esas épicas batallas de extorsión que están tanto de moda. Afortunadamente me suelo librar. Los contendientes son Pierre y Fer, no recuerdo quien quedó en silla de ruedas tras la lucha.

El señor Jacobo había oído rumores de un buen garito por las entrañas de Budapest y tras unos cinco minutos de búsqueda y tras encontrarnos con una réplica de Evo Morales, nos topamos en el edificio que albergaba la colmena de fiesta. Era como una especie de edificio okupa, aunque el que hubiese señoras de la limpieza en los baños y que éstos estuviesen medianamente limpios no nos condujo al engaño: aquello era de un ambiente premeditadamente okupa de Berlín o algún sitio así, como de falsete toda esa luz roja, esas paredes resquebrajadas y gente pestilente. He de aclarar que nunca he estado en Berlín, pero las películas ayudan mucho supongo, siempre que no sean de la Segunda Guerra Mundial, pues sino el ruido makinero desenfrenado y gente por los suelos cobra un significado totalmente distinto:


Allí estuvimos un rato en un sitio angosto hasta que el señor Samuel fue a mear y encontró un sitio que no era para mear. Y además esa sala era gratis, toda una llamada para gente roñosa como yo. Si hasta había un maldito columpio, qué demoños. He aquí algunas fotitos representativas del descubrimiento del señor Samuel, quizás el más significativo desde el avistamiento de nuevas tierras por parte del Almirante de la Mar Océana Cristóbal Colón:







Debido a la impresionante marcha de la noche anterior (en sus dos vertientes, discotequera y 5 kms de caminata) los pies me estaban acuchillando, sintiendo un dolor bien simpático sólo si eres sadomasoquista. Así que le pedí unas llaves del hostel a no me acuerdo quién y me volví a dormir. Allí le dije a uno de los portugueses si podía poner la alarma del móvil para el siguiente día por la mañana, para aprovechar la mañana y si cabe aún más importante, por una vez disfrutar del gratuito desayuno. Pero como debido a experiencias pasadas (bueno, tan sólo de un día anterior) conservo una desconfianza justificada hacia estos compañeros de península, también le había pedido lo mismo a otro portugués mientras estábamos en el garito okupa. Todo para mi regocijo y beneficio claro.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Mis queridos náufragos

Un pequeño paréntesis para comentar el nuevo chisme que he puesto en el blog: el mapa de visitantes naufragados en este sitio. Hay más versiones, pero creo que la rojinegra es la ideal para este blog, no sólo por mis ideas filofalangistas, no no, si no también por el aire soviético de guerra fría que le otorga al blog.

Pues bien gracias a ello puedo ver que:
A)Mi blog es más visitado de lo que pensaba
B)Mis visitas son más variadas de lo que pensaba:
-Alguien de California (no conozco a nadie de allí)
-Algunos de Galicia
-Alguien de Cataluña (tampoco sé de nadie que vea esto desde allí)
-Alguien de Suiza (¡Martín dándolo todo!)
-Alguien de Kansas (esta es bien fácil, Catalina)
-Alguien de Polonia (obviamente, servidor)
*Edición lunes 24 de Noviembre
-Alguien de Nueva York?
-Alguien del norte de Italia
-Alguien de Madrid (Rafoucha posiblemente)


Esto no es un ejercicio de orgullo y arrogancia (bueno, no demasiado) pues es un reconocimiento a aquellos que buscan porno en google y sin saber porqué acaban en esta página. Y bueno, también se lo agradezo a los lectores voluntarios, claro ;)

martes, 18 de noviembre de 2008

Budapest: Capital del Porno (eso nos prometieron) Episodio I

Jueves, 7 de Noviembre de 2008

Bien, aquí procedo a relatarles, mis amados lectores, las hazañas y vivencias ocurridas durante la última misión: Expedición a Budapest.

La idea de viajar a la capital húngara había rondado por las cabezas de algunos compañeros erasmus. No por la mía, suelo estar bastante ocupado pensando en nada en particular y en tonterías en general. La semana había sido aburrida porque hubo algunas cancelaciones de clases en el último momento, y a tal llegó mi desesperación de afrontar otra vez el aburrimiento que mandé un correo al señor Orko con la pretensión de que nos cambiara la clase a otro día. Afortunadamente no respondió, pues al día siguiente ya estábamos comprando los billetes de tren. Todo fue organizado en menos de dos días ¡santa rapidez de nuestros compañeros Erasmus!

El plan era quedarnos en Gliwice tras las clases de polaco, para ir de allí a Katowice, y allí coger el tren para Budapest. Bien, si no fuera idiota no habría tenido que volver a Zabrze por la tarjeta sanitaria europea e ir de nuevo a Gliwice. Pero como podéis suponer, sí, soy idiota. Seguramente no me iba a pasar nada malo en la capital del porno (bueno, suena algo contradictoria la frase) pero es mejor prevenir que curar.

Así pues el comando internacional se reunió en la estación de Gliwice, atestada de mendigos. Los valientes soldados éramos: 7 españoles, 5 portugueses y un francés. Estábamos preparados para la gloria y para gogós semidesnudas. Bueno, las chicas no sé, pero suponía que también habría bailarines semidesnudos para ellas. Cualquier cosa en el país de la oportunidades. No espera ¡eso es los Estados Unidos! qué lapsus...el tren salió a las 22 horas, pero no llegaríamos a Budapest hasta la mañana del día siguiente. Eso significó alguna horilla en Katowice, donde yo comí un par de sandwiches de jamón ibérico y mis compañeros de comando tomaron recalentados perritos de un puestecillo local. Yorkshire, probablemente.

Viernes 8 de Noviembre de 2008


Cogimos el transiberiano en la madrugada, y debíamos coger el vagón correspondiente, pues cada vagón del tren iba a un sitio diferente: Bratislava, Viena, Praga...etc. Era un tren bastante más moderno de lo que me esperaba. Amigos, si pensáis que los trenes del trayecto Coruña-Vigo son un asco, es que no habéis visto los de Polonia. Aunque no todo es malo, siempre pueden recordar a los de una película de espías de la KGB, o en su defecto, a esos trenes repletos de judíos de la Lista de Schindler. A vuestra elección. Así pues, estuvimos unas interminables horas en el tren, donde los revisores nos marcaron los billetes ni más ni menos que ¡en cinco ocasiones!, cada una de las cuales amablemente nos despertaron. Perfecto.

Empezó a aclararse el cielo a medida que estábamos saliendo de la estación de una ciudad, no recuerdo cúal, la verdad. El sueño y el cansancio me estaban carcomiendo mis facultades mentales, ya mermadas de por sí debido a una vida de excesos y drogadicción, como bien sabéis. Cuando el sol salió, me dscubrió un mundo tremendamente Kanseño: explanadas verdes infinitas con algún árbol disperso. Rábanos, cómo echo de menos ese peculiar y extraño paisaje. Y las gentes que allí lo pueblan. Y no refiero a nadie de calzado rojo, véase Superman o Dorothy del mago de Oz.

"El equipo E (de Erasmus) ha llegado a la ciudad"

Llegamos a una estación de proporciones épicas y dejamos el transiberiano atrás, volveríamos el lunes a por él. Sacamos dinero local de los cajeros (que aciago destino, siempre viajamos por países que aún no tienen el euro) y Pierre nos guió por las callejuelas hasta el hostal donde nuestros soldados dormirían tres noches. Un hostal muy bueno, 12€ el día, con internet y desayuno gratis. Tras dejar las cosas allí, los españoles y el francés dedicamos la mañana a visitar la parte sur de la ciudad y el otro lado del río, lo cual incluyó subir a un promontorio de difícil ascenso y muchas escaleras para el palacio. Aquí algunas imágenes que explican mejor que las palabras cómo fue:








Tras ello volvimos al lado de la ciudad que nos correspondía, Pest, para comer, pues tan bonita es Buda que se nos pasó el tiempo volando....mentira gorrina, en realidad no había ningún sitio para comer allí (chsite yankee: that castle wasn't White Castle!) y nos metimos en un restaurante en que servían comida húngara. Todos disfrutaron a excepción de servidor, pedí un goulash (carne húngara de húngara) pero al ser sopa había más H2O que proteínas, un terror vaya. Pero tampoco es que me dolieran los 3 euros que valía al cambio del mundo civilizado. Tras ello volvimos al hostal a descansar un poco. Allí conocí a tres americanos muy simpáticos, de Portland, un sitio que me han comentado que es como Galicia, lluvioso y lleno de bosques, pero sin campesinos dispuestos a romperte el cráneo con un sacho porque les has movido los pilones de granito de sitio durante la noche para hacerte tu leira más grande. Oh cielos, cómo echo de menos a la patria...

A la noche decidimos guiarnos por el portugués más eminente, Joao. Craso error como veremos a continuación. Los estadounidenses accedieron a acompañarnos, pobre gente. Joao supo de una discoteca al norte en una islita, la cosa sonaba interesante. Pero ya dejó de tener gracia antes de llegar, primero porque había que coger el tranvía hasta Buda, el otro lado del río, y sólo había una máquina expendedora de billetes. De hecho llegamos a perder no uno, ni dos, ni tres, sino cuatro tranvías hasta que todo el mundo tenía el billete, que se mostró innecesario. De hecho aún lo guardo sin haberlo etiquetado. En fin, llegamos a Buda y bien, había que coger un metro hasta la discoteca, pero había chapado una hora antes. Y el siguiente era a las 4 de la madrugada. Así que nos tocó patear. Y mucho. Caminamos durante 50 minutos a un buen paso (pues hacía frío) hasta que al fin encontramos la dichosa discoteca. gracias a Google Earth, más tarde vi que la distancia era insignificante: 5 putos kilómetros. Ya sabéis chicos, nunca os pongáis en mano de un portugués...

¿Sabéis que es una geisha con bigote? ¡una portugheisa!

...tras un poco de justificada xenofobia, regreso a la historia. La cosa incluso emperoró más: la discoteca de Joao estaba cerrada. Afortundamente la del al lado estaba abierta, y aunque lucía algo pija, entramos. Quizás podría ser un prostíbulo de lujo después de todo. Bien, 8 eurazos que nos calcaron a los tíos y no a las tías por entrar. Encontraré alguna forma de matar a Joao, sin duda. La discoteca era bastante grande con el típico DJ siempre poniendo la misma música maquinera, pero a diferencia de las discotecas gallegas, esta estaba llena a los los lados de semidesnudas gogós ¡habíamos encontrado el paraíso! bueno, para mi no, al no estar borracho y tener moza no podía permitirme mirar (ni tocar) demasiado. Y lo increíble es que¡la gente de Hungría es educada! había pasado un mes y medio desde la última vez que alguien me había pisado en una discoteca y me ahbía pedido perdón. Sé que soy muy duro diciendo paridas sobre Polonia (todas con un poso de verdad, pero también con Manueladas) pero la falta de educación en aglomeraciones o espacios públicos es más que evidente en el joven polaco medio y es lo único que me hace quererlos ver bajo tierra. Al menos a algunos. Además a pesar de que la discoteca estaba a rebosar, en ningún momento estuve a punto de ser aplastado, ni tirado al suelo, y incluso cuando un maromo tan ancho como alto quería pasar, no apartaba a nadie a patadas, sino de una manera amable y a modiño.

Este es el irrespirable y malvado ambiente que nos encontramos en la discoteca ¡esas manos fuera de los pantalones, pervertidos!

Bailamos, danzamos, saltamos e incluso cantamos. Pero llegó un momento en que mis pies no daban de sí, y decidí irme. Sólo, todo muy viril. Afortunadamente cuando salía venía el metro, una gran coincidencia, pero no la primera. Así que la caminata de 50 minutos se vio substituida por un viaje de metro-tranvía de 8 minutos. El que yo no llevara billete para este tranvía no era impedimento. Si algún día tuviese que pagar por todos los viajes gratis que he hecho por Europa Central me quedaría sin nada para la jubilación. Tras ello cogí el tranvía de vuelta para Pest, y se llenó de góticos provenientes de una fiesta. Una incluso llevaba un tutú rosa y unas medias de barras negras y blancas, cosas veredes Sancho. Justo cuando veía la inspectora del tranvía hacía mí, un pobre extranjero con un billete sin marcar (hay que marcarlo cada vez que se sube uno a un transporte) tuve la suerte de que era mi parada. Bajé y me di cuenta de que no era, y volví a subir al tranvía, pero bien lejos del vagón donde casi me había descubierto la inspectora. Cuando bajé el la correcta estuve perdido por las calles por algunos minutejos, pues alguien había puesto un mapa para guiarse con el este como norte y me di cuenta después. De otra cosa que me di cuenta fue que al llegar al hostal ¡no tenía llave! pero ocurrió otra casualidad: Sabela y uno de los yankees llegaron al portal 30 segundos después que yo, poseyendo una mágica llave. Gorda casualidad, pues se habían vuelto de la discoteca mucho antes que yo, pero claro, a pata, y como cogí el metro-tranvía los adelanté, salvando la noche.

Y me fui para cama a dormir, pues a las 6 de la mañana tras haber pasado una noche un un transiberiano, mi cuerpo pedía cualquier cosa menos más marcha.