miércoles, 25 de marzo de 2009

The Day After Apocalypse

Tras semanas de retrasos, aquí viene la segunda entrega de nuestro viaje a Cracovia patrocinado por nuestra querida Politechnika Slaska.

Sábado 1 de Febrero de 2009

Una hora antes me había ido a dormir escuchando el mp3. Sabía que sólo tenía poco tiempo para dormir, pero creo que me sentó peor el haber dormido sólo una hora en vez de haber esperado despierto tan sólo 60 minutos más. Ser analfabeto no es un crimen.

Nos esperaba un desayuno pagado por nuestra querida universidad. Aunque creo que había un plan detrás del hecho de tener que levantarnos medianemente temprano. No era para tener tiempo suficiente en la visita a las minas de Wielicka. No señor. Como pude comprobar, tan sólo sobre una docena de personas tuvimos las fuerzas suficientes para levantarnos esa mañana para sisitar al citado desayuno. Es decir, con ese cruel horario el menor número de Erasmus aceptaría levantarse a tiempo para disftrutar de la gratuita. Esta conspiración para ahorrar dinero y esfuerzo en controlarnos tan sólo es equiparable a la del asesinato de Kennedy

Después de todo, algunos sabemos quién estuvo detrás de todo aquel día en Dallas...

Admiren nuestras depauperadas caras, clamando al cielo por una eutanasia (para ellos mismos)

Tras el desayuno, en el cual pude disfrutar de una especie de huevos revueltos-tortilla, la primera vez en mi vida que tomaba algo así de fuerte para un desayuno, nos encaminamos a coger el autobús para Wielicka guiados por nuestras coordinadoras polacas. Por cierto, la foto que puse de ellas varias entradas atrás no es realmente acertada. De hecho es una que encontré por internet y la puse sólo para atraer visitas pues de hecho no son ellas. Ahí queda eso. Y ahora me espera una reducción de visitas por día monumental. Bueno, ya pensaré en algo para atraer las visitas. Sinceramente no me dan dinero por ellas, pero uno se siente más improtante, como un tertuliano que trabaja en las mañana, pues todo todólogo se siente a gusto al lado de una cincuentona que dirige un programa de corazón-sucesos por las mañanas. No pongo ejemplos porque son múltiples y factoriales.

Retomemos la expedición. Nos metimos en un bus cerca del castillo de Wawel que nos llevaría a Wielicka, en las afueras de Cracovia. Allí se asiente una conocida e histórica mina de sal. Aparte de caer en un profundo sueño durante los 20 minutos de trayecto, estuvimos esperando un rato a las entradas (pagadas por nuestra quierda unviersidad. Creo que esta frase emrece un canon). Es un sitio bastante turísitico, con varias colas, varios grupos ansionos por entrar y mucha gente. Nuestor grupo no es que estuviese ansisoso por entrar, sino por irse a dormir, la resaca de alguno era de órdago. Afortunadamente el zumo de piña que me había tomado la noche anterior en el Club Clu no me había perjudicado seriamente. Oh, Sok Pomarañchowy ¡cómo te quiero!

Primero descendimos por unas escaleras de madera durante innumerables minutos (sobre todo para el estado mental del que disfrutaba en aquel momento) guiados por una simpática Górnik ("minero"). Vestía como los de Silesia, ¡pero era una mujer!¡habrase visto semejante desfachatez!

Detalle anecdótico sobre el ser polaco que no deja de ser estúpido (lo comento ahora porque cuando tenga que comentar el día de hoy seguramente se me habrá olvidado. Ah, notad que no he escrito una coma entre "polaco" y "que". Noten la diferencia y no se me quejen al consualdo español): la gente en general no baila durante la Cuaresma. Sale a beber (eso dudo que se lo hayan replanteado ajamás) pero se queda sentado y no baila. Me encanta cuando las tradiciones religiosas, la mayoría sin sentido de por sí, se vuelven laxas en las cosas más difíciles -renunciar a la intoxicación alcohólica- y se siguen manteiniendo en lo fácil- pues no salir a bailar es fácil porque se estámás comodo sentado-. Y digo yo ¿no eran comunistas estos tipos hace tan sólo dos décadas?¿lo harían durante los tiempos de los glorisoos revolucionarios colectivistas? sinceramente creo que estaban ocupados trabjando y delatando al vecino para no ser enviados a un campo de reeducación en Siberia. Hemos avanzado mucho. Ahora tenemos el programa erasmus para ser deportado a Polonia para estudiar, como servidor.

Perdonadme por la salida de línea enterior. Dentro de las minas de Wielicka uno siente dos cosas: estar en un sitio con mucho viento (debido a la ventilación) y estar en un paraje digno de la literatura fantástica. No digo que sea Moria, a pesar de que tiene sus alchólicos orcos (véase entradas anteriores) pero es lo más aproximado. Allí abajo puedes ver cómo trabajan de antaño en las vetas de sal, puedes ver capillas esculpidas sobre la roca, columnas, sala de bodas, discoteca, restaurante...etc. Creo que hasta había una pequeña cámara de fútbol sala. Como veis las aficiones balompédicas han llegado incluso a Gimli, hijo de Glóin. Como estoy cansado de escribir, véanlo por ustedes mismos:

Dungeons&Dragons es ahora....Dungeons&Erasmus

Los Otros, versión subterránea. O quizás gente del siglo pasado (bueno, de hace dos) que se refugió bajo tierra escapando de un holocausto prenuclear...


¿Caras de atención?...lo dudo

¡Ompa Lompas fosilizados!¡no0o0o0o0!


Sala de bodas, donde además de perder tu libertad como persona, también pierdes mucho dinero y algo de oxígeno.

Restaurante que se podría clasificar como "underground" en el sentido literal de la palabra

Proletaria discoteca de los colectivos revolucionarios polacos

Comimos allí, a 300 metros bajo tierra, nunca estuve tan cerca del centro de nuestro planeta como aquel día. Es algo para recordar si lo piensas. Afortunadamente no tuvimos que salir por medio de una balsa impulsada por un volcán. Un ascensor de dos pisos que chirriaba como mil demonios nos ascendió en la casi más absoluta oscuridad, en medio de los chistes siniestros de los presentes. Después de todo ¿quién queire ser donante de órganos a los veintipocos?

Volvimos a coger el autbús y tras ello disponíamos de varias horas libres hasta la vuelta por tren (pagado por nuestra...bla bla). Me compré un gorro típico estilo de entrar en combate tan sólo si eres natal de Siberia, muy cuco con su pelamen y tal. Sólo le falta una estrella roja, la verdad. Pasamos esas horas deambulando un poco por Cracovia y estando en la Galeria, el centro comercial más grande que he visto jamás, Ni siquiera mi amado centro comercial de Overland Park, en Kansas City puede rivalizar con el tamaño y el número de tiendas (y de gente) del que disfruta este centro comercial de Cracovia. Pero al menos en el de Kansas City puede captar esta imagen el año pasado por estas fechas:

Espeluznante ¿verdad?¡ la bestia convertida en automóvil! si lo piensas tiene sentido...

Encontré una librería especializada libros en inglés, algo útil si apenas sabes polaco. Pregunté si tenían alguno de Carl Sagan, pues siempre quise tener alguno en versión original, especialmente a Una Vela en La Oscuridad (creo que se titualaba así, o algo parecido). Para empezar mi gozo en un pozo ¡no sabían quién era Sagan! tras semejante decepción me puse a buscar a ver si tenían alguno de Jon Stewart, o incluso más arriesgado aún, de Stephen Colbert. Pero nada. En cambio sí que tenían de Ann Coulter, esa sexy conservadora reportera (?) y escupidora de veneno. Es la Jiménez Losantos de los Estados Unidos, para que entendernos. Como no quiero abocarme al suicidio a una edad tan joven (y eso que siempre leía a JL en su columna de El Mundo, tras ello cualquier cosa mala que me sucidiera en ese día no era nada en comparación.) En su lugar me compré este libro, así quedo de cultureta:


Sin embargo no puedo desaprovechar esta ocasión para presentar mis candidatura a las elecciones presidenciales o lo que sea. El país en cuestión es lo de menos, si te soy sincero, pero lo americano la da un nosequé:


Nos montamos en el tren para volver a Gliwice (bueno, en mi caso a Zabrze, alias Hindenburgo) pero pasó algo que nos quedamos en mitad de la nada. Sinceramente Silesia es tierra abundante de casas, así que en el peor de los casos eso no iba a ser la película ¡Viven! en versión ferroviaria. En vez de comernos unos a toros simplemente podíamos bajar por las escalerillas y asaltar un hogar cercano para alimentarnos de sus cerebros. Estuvimos parados durante hora y media, en la que disfruté un aterrador sueño. Bienvenidos a la narcolepsia. Tras mucha confusión, una de las coordinadoras polacas nos hizo saber que un hombre se había tirado de un puente a las vías del tren, y que éste lo había arrollado, aunque no se sabe que lo mató, si la caída o los cientos de toneladas de nuestro transporte. Esto demuestra que los CSI en Polonia son el doble de lentos que el de Las Vegas, Grissom habría solucionado todo en 45 minutos y no en hora y media como fue nuestro caso. Realmente nuestro tren no volvió a rodar, tuvimos que bajarnos y coger otro que se paró al lado para recogernos. Sabela y yo nos bajamos en Zabrze, nuestro querido puebecito digno de exterminio y los demás continuaron para Gliwice. Una nota importante, casi todo el mundo se quedó en el hostal por ua noche más, no a cuenta de nuestra querida universidad, claro. Pero así podrían disfrutar algo más de la antigua capital de Polonia (más bien de su vida nocturna). Sin embargo yo tenía un examen esa semana, así que no era la mejor de las ideas sin duda.


Próximamente: entrada corta sobre un examen en inglés sobre algo que no es Lengua Inglesa ¡inédito!

lunes, 9 de marzo de 2009

Apocalypse Snow


entrada súper corta y súper desagradable:

sábado, 25 de enero de 2009
No me apetece cocinar. Después de un paseo nevado me meto en un kebap. Pido uno normal enrollado. 8 zlotys. Me ponen la salsa blanca que tanto odio. Tras un par de mordiscos me encuentro un pelo, corto pero grueso, como afeitado. Desenrrollé el kebap y sólo me comí los trozos de carne que estaban intactos. Nadie me iba a hacer renunciar a mis 8 zlotys.

Vale. ahora cosas más divertidas y menos nauseabundas.

¿Qué sería de nuestra querida Universidad Politécnica de Silesia sin sus viajes gratuitos? seguiríamos aprobando asignaturas por la cara, pero sin duda sería un lugar menos divertido donde dispondríamos menos dinero para malgastar. Sin embargo tuvimos suerte al elegir a ciegas este recóndito lugar de frío polar y de nueve blanca y negra. La última debida a la contaminación por carbón, supongo que los madrileños se sentirán algo nostálgicos con semejantes elementos nocivos en el aire que respiramos.

El primero de estos viajes fue nuestra expedición a Zakopane, que se cobró innumerables vidas, incluida la del pirata de madera del hostal. El segundo, que relataré a continuación, tuvo lugar en Cracovia, la antigua capital . Los eventos que van a leer no ocurren en tiempo real, y absolutamente todo lo que voy a contar ha ocurrido en este planeta en esta dimensión, para consternación de sus protagonistas.

viernes, 31 de enero de 2009

Salimos de Zabrze (los dos pobres desafortunados que vivíamos. More info will be provided later) hacia Gliwice, dónde estaba el punto de encuentro con todo el mundo. Estábamos dispuestos a ir al viaje alrededor de una veintena de Erasmus y dos coordinadoras polacas de la Oficina de Relaciones Exteriores. Siempre necesitamos pastores para que guían a las ovejas hacia las fauces del lobo. Exacto, pastores sobornados por esos cánidos lupinos.

Hasta el billete de tren fue comprado amablemente por nuestras queridas agentes de la universidad. Nos esperaban alrededor de dos horas de viaje. Afortunadamente para nuestros traseros y nuestras ganas de hablar como animales, fue uno de los simpáticos trenes transiberianos, que ya he descrito en algún post anterior. Pondría un enlace, pero soy demasiado vago y así os leéis más entradas de este blog. Es el típico que vemos en grandes series documentales como "La Vuelta al Mundo en 80 Días" en el que hay un pasillo a un lado del tren y al otro hay pequeños compartimentos. Viajando así uno se siente importante, y que también retrocede atrás en el tiempo. Cuando alguno esté en Polonia verá que la segunda afirmación no es una metáfora.

Tras el trayecto, en el cual tuve el conocimiento a través de otro español de la existencia de un polaco llamado Tomek Kawa ¡literalmente Tomás Café! bajamos en la estación principal Cracovia, al lado del centro histórico, y nos pusimos en marcha hacia el Hostel Atlantis, donde nos hospedaríamos a cuenta de la universidad por una noche. Allí dejamos las maletas o mochilas y después debíamos reunirnos todos de nuevo en el hostal para participar en la visita guiada por una guía profesional. Joder ¡los de la Politécnica es que están a todo!

Nos llevaron primero al distrito cracoviano de Kasimierz. Es una zona más deteriorada que las demás, y hace años tenía mucha delincuencia y mala fama, pero con el paso del tiempo se convirtió en un punto de referencia para la muchachada que quería salir de marcha. Una revolución como la de Chueca. En él habitaban los judíos hasta que los alemanes los metieron en el gueto durante la Segunda Guerra Mundial. Visitamos pues una de las sinagogas que quedan y un cementerio judío. Éste último realmente es reconstruido, o eso me pareció entender. Las lápidas realmente las encontraron enterradas y datan de hace siglos, pero las dispusieron como un cementerio real. Tuvimos un tiempo para ir a comer donde quisiéramos. Eso sí, esto no lo pagaba nuestra amada universidad de adopción.

Si no traías sombrero/gorro de casa, la sinagoga te ofrecía un kippa durante tu estancia ahí

El cementerio y la nieve

Tras volver al punto de encuentro, nuestro segundo objetivo era en castillo de Wawel. Éste ya lo había visitado junto a mi amiga Ania Hogaza, pero esta vez hasta era gratis, y como buen español que soy: lo gratis hay que aceptarlo siempre. Y bueno, la vez que estuve allí era un día soleado tras un chaparrón gigantesco, y esta vez todo estaba nevado, así que era como visitar otra ciudad. Escuchamos más mitos de Cracovia, recordar el del zapatero y el dragón con indigestión me hizo gracia, pero sin embargo la concurrida estatua ya no funcionaba ni con SMS. Maldición. Ayudé al señor Alberto a subir a la roca, y en tal acto filantrópico a poco más me rompo un dedo. Ya saben, queridos lectores, nunca ayuden a nadie.

¡Libera al dragón!-->se verá el significado de esta frase más adelante

Tras la visita guiada teníamos cierto tiempo para desperdiciar como nosotros prefiriésemos hasta una hora determinada en la que nos llevarían a un restaurante ¡otra vez costa de la universidad! mira, en esto si que me gusta que gasten los impuestos. Aunque no sean los míos, claro. Los señores Alberto, Samuel, Jan (chico checo) y servidor entramos en un garito de poca luz y poca gente, al ladito de la plaza central del casco histórico. Después de gastar parte nuestro tiempo y nuestro dinero allí, nos reunimos con todos en esa citada plaza. Eso si la gente fuese puntual, pues en general se retrasaron (verbo y no adjetivo, que quede claro) y hasta nos dio tiempo de ver el mercado central, donde se pueden ver muchas joyas relacionadas con el ámbar.

Esto me lo compré por unos pocos zlotys en Cracovia ¡y zas! a clonar dinosaurios

El restaurante no era de comida tradicional polaca, ¡afortunadamente! creo que tuvimos suficiente con el restaurante del día de orientación. Cierto es que soy un tío que ha comido los tres primeros cursos de la carrera todos los lunes lo mismo, todos los martes el plato era repetido...etc. Y aquí también casi cada día de la semana es el día de un plato determinado. Vale que esto sea raro. Pero es que a) la sopa agria de huevo b) las empanadillas (pierogi) mojadas con cebolla y c) tarta de manzana con tanto azúcar en polvo como cocaína tiene Galicia, son productos servidos y destinados para que el comensal empiece a odiar el país en cuestión y se dedique a sacar la Wehrmacht de paseo. Estoy seguro que el odio de el tipo ese de bigote de cepillo de dientes, alias Tío Hitler, empezó por algo así. Y menos mal que a ese desdichado vegetariano no le dieron carne, que si no...en fin, vuelvo a la historia. Era un restaurante bufé libre (pero sólo un plato) por persona, había bastante variedad, tomé un par de porciones de pizza (una vez cada 3 meses no hace daño) y un delicioso pescado. Caray, cuánto echo de menos pescado cocinado en condiciones. Como gallego analfabeto gastronómico en una región donde comer pescado es parecer de otro mundo, os podéis imaginar lo gallego que me siento en ocasiones.

Al fin llegó la noche (en realidad lo era desde las 15:30, pero ese es otro tema) y tras la cena nos fuimos a un pub llamado Club Clu en el que nuestras agentes de la universidad ¡habían reservado espacio para nosotros! la verdad tantos buenos comportamientos con nosotros me inducían a pensar de que había una trampa del estilo que nos iban a abrir en canal y robar todos nuestros órganos. Al final sí que hubo una trampa parecida, pues horas más tarde más de uno quiso echar algún órgano fuera, especialmente el hígado.




Disfrutando del Club Clu

Sin embargo no hubo necesidad de alcohol (todavía no) para que el señor Jacobo me contara dos historias apasionantes a la par que terroríficas. He aquí, en exclusiva para el mundo mundial, Dificultad para aprobar y el Enano Cabrón:

Acto Uno: dificultad para aprobar
¿Mantendré el anonimato de sus protagonistas? sí, pero no porque los respete, sino porque así me doy aires de importancia.
Facultad de Minas de Politécnica Slaska. Fecha sin determinar. Tras un exitoso examen en el que muchos Erasmus scararon 4/5 o 4,5/5, el profesor pregunta si alguno quiere más nota. La señorita E y los señores S, F y J levantan sus manos, y el educador les conmina a ir a su despacho. Allí se suceden los siguientes diálogos, aunque absurdos, son reales:

Profesor- ¿Cómo te llamas?
Señorita E-Me llamo E de tal.
Profesor-¿Dónde vives?
Señorita E-En Madrid.
Profesor-¿Qué tipo de minas hay en Madrid?

Señorita E-Hay...bla bla bla
.
Profesor-Bien, bien, toma, un 5/5.

Profesor- Siguiente ¿cómo te llamas?

Señor F-Me llamo F de todos los santos

Profesor-¿Dónde vives?

Señor F-En Madrid
.
Profesor-¿Qué otras cosas hay en Madrid?
Señor F-Pues hay unas cementeras y bla bla
Profesor-Bien, bien, toma, un 5/5.

Profesor- Siguiente ¿cómo te llamas?

Señor S-Me llamo S de Aziborralieta Norte

Profesor-¿Dónde vives?
Señor S-En Madrid.
Profesor-¿Qué otras cosas hay en Madrid?

Señor S-Es que ya lo han dicho todo ellos.

Profesor-Bien, toma tu 5/5 .
Señor S- !!!

Profesor- Bueno, último ¿cómo te llamas?

Señor J-Soy J hijo de Théoden
.
Profesor-¿Dónde vives?

Señor J-En Madrid, pero soy de Coruña.
Profesor-Ah, una ciudad cercana a la central térmica de As Pontes ¿qué queman allí?
Señor J-¿Lignito nosequé?
Profesor- Pues no, queman carbón nosecuanto. Toma tu 5/5.

Es dura la vida del Erasmus ¿verdad? se parece mucho a Monthy Python. Sólo faltaba que les preguntasen por su color favorito. Ciertamente esto lo transcribo aquí para dar envidia a los que están todavía estudiando en España, porque ni de lejos lo demás es tan fácil y estos señores tuvieron que aprobar antes un examen. Aunque bueno, yo todavía tengo otro año más de sacrificio en España. Qué desgracia.

Ahora tiene sentido que haya puesto esta imagen al principio.

Acto Dos: el Enano Cabrón
Esta historia transcurre en otro apartado lugar, no en el oscuro y siniestro Gliwice, sino en la oscura, siniestra y demente ciudad de Bratislava, en la República Eslovaca. Este relato también me fue comunicado por el señor J, que a su vez es la estrella invitada al mismo. Estaban algunos Erasmus en un garito de mala muerte en alguna fría calle de Brastislava, cuando el señor J trabó amistad con uno de los nativos. Este nativo en cuestión medía alrededor de un metro y poco. Esto no interfirió para crear un ambiente de camaradería . Tampoco fue problema que ninguno hablar el idioma del otro, ni de que no tuvieran otra lengua en común. El alcohol hace milagros.

Cuando tenían que volver a otra zona de la ciudad, era demasiado tarde para ir a pie. El hombre de baja estatura decidió acompañar a los Erasmus en su búsqueda de un taxi. Cuando lo encontraron, fue el pequeño nativo fue quien se puso en el asiento de coplito. Antes de arrancar el señor J llegó a un acuerdo con el taxista sobre el precio: les cobraría 3 euros hasta su destino. Durante el trayecto, el diminuto estuvo hablando con el taxista. El no saber eslovaco dificultaba ligeramente el seguimiento de la conversación por parte de los erasmus. Llegado al destino, el taxi se paró y el conductor exigió 5 euros ¡5 eurazos! el señor J se olió la pérfida maquinación del enano (si os fijais no he usado anda ofensivo hasta este momento de enfado, el señor J supongo que lo mismo) habló con el taxista para cobrarle más al indefenso Erasmus y de paso llevarse su tajada proprocional. Y no hay broma en la última palabra de la frase anterior.

Tras el timo, vino la escena final. Poética y desgarradoramente, se bajaron del coche y el señor J dejó sólo al hombre minúsculo, el cual trató de seguirles el paso. Los Erasmus iban a ritmo normal, pero él no podía seguirlos ni corriendo. Además estaba nevando fuertemente. Así que se paró, y la última imagen que conserva el señor J de ese señor es la de un maldito eslovaco de baja estatura en mitad de una calle y con la nieve literalmente al cuello. Allí lo dejaron.

Volvamos a Cracovia, el hilo principal de la historia. En el Club Clu, nuestras dos Erasmus valencianas, las señoritas Teresa y Carmen, se encontraron con troas dos valencianas que estaban de Erasmus en Cracovia. Casualidades cósmicas la de este país. Afortunadamente las recién encontradas no se llamaban exactamente igual, sino hubiera sido para suicidarse arrodillado ante la magnitud del destino que nos depara nuestro universo material. Como ellas sabían más que nosotros de la vida nocturna de la ciudad, unos cuantos del grupo de la Politécnica de Silesia decidimos seguirlas a otro garito, junto a un húngaro gigante y pelirrojo y un alemán bajito. Tras un par de bolazos de nieve a unos jóvenes amantes nos pusimos en marcha. Durante el camino alguien llamó al señor David al móvil. Era el señor Jacobo. Había salido del Club Clu él solo hacia un rato y estaba totalmente perdido. Tuve que hablar yo con él porque David estaba ligeramente perjudicado. Ni que decir tiene que Jacobo también, y la conversación fue algo como:

Señor Jacobo: Tiiiio estoy perdido y solo. ¿pero no estaba llamando al Deivid?
Servidor: Da igual, ¿pero dónde estás?
Señor Jacobo: no sé tío, no sé que calle es.
Servidor: mira, vete a un cruce de calles que te pondrán los carteles de las dos.
Señor Jacobo:¡vale!
2 minutos después, sin colgar ni nada
Señor Jacobo: es la Chicaguapawska y la otra Garabatolinka.
Servidor mirando en un mapa: pero si esas no están en el mapa que nos dieron...
Señor Jacobo: ¡noooo, joder!¡lo siento tío!
Servidor: ¿no sabes lelgar al hostal?
Señor Jacobo: lo siento tío, lo siento tíooo. Estoy perdido ¡lo siento mucho!
Servidor: ¡pero espera!
Señor Jacobo: lo siento tío, voy a colgar. Lo siento tío, pero pase lo que pase libera al dragón.
Servidor: ¿qué?
CLICK

El señor David delante del Hostal Good Bye Lenin. Su abuela lo mataría a besos. Sí, es asturiano.

Intenté llamarlo, pero desisití. No comprendía el móvil del señor David y él en su estado tampoco. Tras un rato de caminar llegamos al Kistch. Un garito de los que me gustan, con ese saborcillo okupa y luz de un color determinado. En Budapest era roja, aquí era un azul pálido. Perfecto. Dios bendiga a Europa del Este. No es que me gustase ese lugar atestado de ruido y gente. Me encantaba. Tendrían que hacer algo así en Santiago, convertir una casa vieja en una especie de discoteca con personalidad. Quizás en la Catedral haya espacio suficiente para todos. En el Kistch encontramos a otros Erasmus de nuestro grupo, que habían ido algo antes. El señor Samuel fue llamado por ...¡el señor Jacobo! y casualidades de la vida, atendí yo otra vez el teléfono a petición de Samuel, que no veía el número gracias a los grupos -OH en vena.

Señor Jacobo: Tiiiio estoy perdido y sólo. ¿pero no estaba llamando al Sámuel?
Servidor: Da igual, no te oigo bien.
Señor Jacobo: no sé tío, no sé dónde estoy.
Servidor: mira, vete de nuevo a un cruce de calles...
Señor Jacobo: no importa, no importa, ¡estoy perdido!¡lo siento tío!
CLICK

Ambientazo en el Kistch: hay grandes razones


Qué locura. En el Kistch conocí a un polaco que sabía bastante español como para tener una conversación. Se apellidaba Sobieski, que es un apellido derivado de búho. Imagínate, el señor Búhez. Del nombre no me acuerdo, una lástima. Era un tío muy simpático y estuve hablando con él un buen rato, pero de pronto surgió otra casualidad cósmica. Tras tantos acontecimientos paranormales no os extrañéis de que mi blog se titule la Muerte del Cielo.

¡me encontré con el señor Denis!

Algún día los guapos dominarán el mundo ¿no, Fon?

Denis es un compañero y amigo del instituto y de Pontevedra. Un día el año pasado me llamó para preguntarme que cuál de sus opciones de Erasmus era la más recomendable en mi opinión. Le dije que Polonia podía ser un lugar simpático, y allá fuimos/estamos los dos. Sabía que estaba en Cracovia, pero con mis compañeros de excursión sólo iba a estar una noche en la ciudad, así que no le llamé- Pero me lo encontré. Quiero decir, Polonia es un país más o menos grande, y Cracovia no es una ciudad especialmente minúscula. Pues resulta que al segundo garito al que voy en la primera y única noche de la expedición ¡voy y me encuentro al señor Denis!¡tengo que jugar a la lotería pero ya!

Tras intercambiar personalmente nuestras impresiones sobre este nevado e interesante (para bien y para mal) país, y tras confundirme uno de sus amigos con uno de los agresores nacionalistas de María San Gil -esto fue épico, la verdad- decidí que estaba cansadísimo y teníamos que levantarnos temprano para la excursión a las minas de sal. Así que me fui con los señores Tiago y Samuel al hostal, éste último quería ir en taxi, pero lo convencí racionalmente con un par de puñetazos de que no hacía falta. Tras 8 minutos de caminata llegamos, y estaba eñ checo Jan haciéndose un café en calzoncillos en el pasillo del hostal. Conmovedor. Teníamos que levantarnos en dos horas, así que me tomé una ducha de media hora pues sabía que al despertar todas estarían ocupadas y no tendría tiempo. Eché del baño a un asiático que quería ducharse, en realidad lo acojoné con unos cuantos gritos, y estuve bajo el agua por muuucho tiempo. Me moría de sueño, quizás por eso estuve tanto tiempo sin reaccionar. Salí de la ducha, me vestí de nuevo, me puse en mi litera (fuimos los últimos en llegar), me puse el mp3 y a dormir por hora y media.

Próximamente: Sábado 1 de Febrero de 2009
(es que todo en una solta entrada quedaba excesivamente largo. Además este día tiene hasta una historia de suicido. De verdad. permanezcan atentos a sus pantallas.)

jueves, 5 de marzo de 2009

Breaking News!

Me estoy dando cuenta de que al versar mis relatos de este blog sobre hechos acaecidos hace la hostia de tiempo, es nacesario poner de vez en cuando sucesos de (mi) actualidad, En plan informaciones cortas, como noticias de agenda. Ya sé que vuestro interés aquí se centra en mágicas aventuras y épcias epopeyas, pero en la variedad está el equilibrio.

lunes, 2 de marzo de 2009
¡Extra!¡extra! el señor James Heiden, tras hablar con la decana de la facultad de Minas de la Universidad Politécnica de Silesia, le ha sido concedido el permiso de asistir al curso de polaco anual. El suyo tan sólo duraba un semestre y ya ha finalizado tiempo ha, sin embargo los Erasmus de la facultad de Minas disfrutan de un lujoso curso anual.

martes, 3 de marzo de 2009
El señor James Heiden ha asistido a clase de polaco por primera vez en mucho tiempo. Sin embargo, según ha declarado a esta agencia, antes parecía más divertida y se lo pasaba mejor. La señorita Miriam también ha asistido a pesar de que su curso de polaco concluyó pues compartía con James Heiden el del primer semestre. Sin embargo ella no ha hablado con decana alguna, se ha decantado por algo más directo y efectivo: aparecer de repente en clase sin decir nada.

miércoles, 4 de marzo 2009
El señor James Heiden ha declaro a los medios en rueda de prensa urgente, que se vuelve a sentir en el primer mundo tras haber comprado un microondas para su habitáculo. Esto supone una mejoría en su nivel de vida del que disfrutaba en Galicia.